El Tribunal Supremo ha admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Acerinox Europa contra la orden del Ministerio de Industria, Energía y Turismo que regula la interrumpibilidad del suministro eléctrico a los grandes consumidores de energía.
El servicio de interrumpibilidad, dotado con unos 500 millones de euros anuales, consiste en la asignación de compensaciones en el recibo a las grandes empresas por permitir que se les corte el suministro de luz en caso de que lo requiera el sistema.
Dentro de la reforma eléctrica y con el objetivo de que los pagos se asignaran de forma competitiva, el Ministerio de Industria introdujo el sistema de subastas competitivas.
El pasado otoño se celebró la primera subasta, en la que quedó fuera Alcoa, que amenazó con presentar un expediente de regulación de empleo en sus plantas de Avilés y A Coruña, en las que trabajan unos 800 trabajadores.
En esa primera subasta se asignaron todos los bloques de 90 megavatios (MW), dirigidos a grandes industrias, pero quedaron sin cubrir algunos de los bloques de 5 MW, destinados a empresas medianas y que suman unos 200 millones de euros.
Para asignar dicho sobrante, Industria celebró una segunda subasta a finales de diciembre, en la que Alcoa sí logró bloques de potencia para obtener descuentos en el precio de la luz.