El director general de la patronal de la cogeneración (Acogen), Javier Rodríguez, ha replicado al ministro de Industria, José Manuel Soria, que la industria cogeneradora no vive de las primas a la producción eléctrica, ya que estas suponen solo un 15% de sus ingresos.
Rodríguez ha tachado de “leyenda negra” las acusaciones del ministro, quien ha señalado en varias ocasiones que algunas industrias aprovechan los ingresos de la cogeneración para compensar la pérdida de actividad.
La cogeneración es un sistema asociado a algunas industrias que permite generar al mismo tiempo electricidad y calor útil, lo que repercute en una mayor eficiencia y en una reducción de la factura energética.
“Es una leyenda negra que no se acredita”, argumenta Rodríguez, porque “toda la industria que tiene cogeneración factura 25.000 millones de euros en productos industriales y 3.000 millones en electricidad, estamos hablando que para toda esa industria la cogeneración viene a ser como un 15%” de sus ingresos.
Pese a ello, reconoce que la cogeneración atraviesa una situación complicada tras la aprobación de la reforma energética, una normativa que, unida a los nuevos impuestos eléctricos, ha reducido los ingresos del sector en una media del 30%, unos 900 millones anuales.
A esto se añade el “problema” de la refacturación, ya que las plantas tienen que devolver ahora las ayudas recibidas de más desde julio del pasado año -los ingresos recibidos desde entonces eran provisionales y tienen que ser regularizados-. “Si a mí me hubieras dicho que en vez de cien me ibas a pagar ochenta, a lo mejor hubiera parado” la planta, apunta.
Esta situación ha llevado a que la producción de la cogeneración se haya desplomado alrededor de un 30% en lo que va de año, con perspectivas de que la reducción alcance el 45% “entre este año y el que viene”.
Por ello, Acogen presentará dos “pequeños” recursos contra la reforma: uno contra la retribución de algunas plantas -“creemos que los principios de la ley están bien hechos”, subraya Rodríguez- y la refacturación, porque al aplicarse desde un año antes de conocerse los números el sector no ha podido reaccionar.
De brazos cruzados
Según explica, el Gobierno tiene que definir el nuevo esquema de mecanismos de ajuste al sistema eléctrico para dar entrada a las renovables y la cogeneración, lo que podría suponer “una vía importante (de ingresos) para algunas empresas”.
También queda pendiente un plan de renovación de instalaciones “para intentar ser más competitivo” y el diseño de un mecanismo de concurrencia competitiva que permita instalar nuevas plantas, además del mecanismo de actualización de los precios de los combustibles, porque “ahora mismo un cogenerador no sabe qué va a cobrar dentro de seis meses” y “no sabe cómo tiene que contratar el gas”.
A esto añaden otra serie de cuestiones, más generales, como una revisión del sistema fiscal, de los costes regulados o la definición de cómo repercutirá sobre los clientes un posible desequilibrio en el sistema gasista, ya que la cogeneración consume un 25 % del gas del país.
“Todo el mundo está replanteándose qué hacer con las plantas”, subraya, y apunta a tres vías: flexibilidad, aprovechando los vaivenes del mercado; competitividad, mejorando la gestión de los precios de los combustibles -algo que espera conseguir con la creación de un sistema gasista-, y obteniendo nuevos ingresos, con los sistemas de ajuste o contratos bilaterales.