El Gobierno alemán ha aprobado una reforma sustancial de la Ley de las Energías Renovables (EEG), que incluye la supresión de las ayudas que recibían los grandes parques eólicos y solares y a las plantas de biogás por la energía almacenada.
El proyecto ha sido respaldado por la canciller, Angela Merkel, durante su participación en un congreso de la industria energética y del agua, donde ha rebatido las críticas de los colectivos que consideran la reforma un freno a la expansión de las renovables.
Merkel ha estimado que el Gobierno no podía permanecer de brazos cruzados y ver cómo algunos se aprovechaban “demasiado” de las ayudas y ha recordado además la necesidad de garantizar precios asequibles para los consumidores, aunque ha subrayado que se mantiene la apuesta firme por el cambio de modelo energético.
El ministro de Economía y Energía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, ha presentado el proyecto de ley como una “adecuación” necesaria para llevar adelante esa revolución energética, en la que confluyen el fomento de las renovables y el apagón de las plantas nucleares, sin poner en riesgo el suministro.
La reforma implicará sustanciales cambios en la anterior versión de la EEG, aprobada hace apenas dos años y que entonces topó con los recelos de la Comisión Europea (CE).
“Estoy seguro de que ahora tendemos a la CE de nuestro lado”, ha indicado Gabriel, respecto a las limitaciones impuestas por Bruselas a la subvención de explotaciones consideradas intensivas.
Con esta nueva reforma, que el ministro quiere entre rápidamente en el trámite parlamentario, las grandes explotaciones ya en funcionamiento dejarán de recibir subvenciones por la electricidad almacenada, lo que afectará en primera línea a los parques eólicos y, en menor medida, a sus equivalentes de energía solar y biomasa.
Sí se mantendrán las ayudas, en cambio, a los nuevos proyectos relacionados con las renovables y las instalaciones consideradas de uso doméstico o que no entren en la consideración de explotación intensiva.
Además se instaurará un límite en la producción anual de las plantas eólicas para evitar la situación de sobrecapacidad, mientras se avanzará en el trazado de redes de suministro suficientes para todo el país.
Gabriel ha rechazado las críticas a la normativa del estado federado de Baviera, presidido por la cogubernamental Unión Socialcristiana (CSU) y que considera que la ley no garantiza el suministro al sur del país entre 2021 y 2025, es decir, tras el apagón de la última planta nuclear y hasta que se logre tener una red suficiente para las renovables. “Tenemos uno de los sistemas de suministro energético más seguros de Europa”, ha afirmado el ministro para expresar su “extrañeza” por los recelos que ese socio -y partido hermanado a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Angela Merkel- parece tener respecto al proyecto “clave” para el conjunto de la gran coalición alemana.
Gabriel se ha mostrado asimismo convencido de que Alemania logrará cumplir los objetivos marcados en cuanto a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, ante las críticas lanzadas por el partido de Los Verdes, en la oposición, por la reducción de las subvenciones de las renovables.
De acuerdo con los planes del Gobierno de Merkel, para el 2025 las renovables deben proporcionar entre un 40 y un 45% del total del consumo energético del país. Actualmente, ese porcentaje se sitúa en el 33%, pero el gran problema, repetidamente reconocido por la gran coalición, es la falta de una red suficiente para garantizar el suministro de estas fuentes a todo el país.