La energía solar fotovoltaica no vive por sus mejores momentos en Europa. Buena parte de culpa la tiene España donde la moratoria establecida en 2012 ha llevado a la industria fotovoltaica a tocar suelo. Peor no se puede estar (o a lo mejor sí, quien sabe). Ahora toca volver a la senda de crecimiento y de bonanza. Pero esta vez con mesura.
Un estudio realizado por Ernst & Young para Solar Power Europe señala a España como uno de los mercados que más va a crecer en los próximos cinco años. El informe evalúa la contribución de la fotovoltaica a la economía de un país. Los parámetros que tienen en cuenta son el valor añadido bruto, es decir, el valor económico que se produce a la hora de elaborar un producto o prestar un servicio teniendo en cuenta los costes, y el número de empleados. Pero para englobar todo ello, la firma realiza una previsión de crecimiento en cuanto a potencia instalada se refiere.
Así, España será uno de los mercados clave en el repunte de la fotovoltaica en Europa. Es cierto que España parte de una posición pésima. Según el informe, en 2008 la fotovoltaica empleaba en España a 4.654 personas, tanto empleos directos como indirectos, todos ellos de tiempo completo. Esa cifra en 2014 se desplomó hasta los 1.177 trabajadores. Teniendo en cuenta que en España la fotovoltaica ha estado prácticamente muerta en este 2015, el crecimiento será exponencial en los próximos cinco años.
Según el informe, España creará unos 5.500 empleos en el sector fotovoltaico hasta 2020. La cifra total de empleados a tiempo completo de la industria solar fotovoltaica será de 6.700 personas en esas fechas. Batante más lejos de los casi 30.000 de Alemania.
Este crecimiento del empleo se dará principalmente porque en España se volverá a instalar más fotovoltaica. No tanto como sucedió hace cinco años, pero se podría decir que la fotovoltaica española vivirá una nueva revolución. El estudio de EY señala que España tenía una capacidad fotovoltaica instalada de 3.856 MW. Seis años más tarde, en 2014, la última cifra conocida es de 5.388 MW, tras instalar solo 22 MW el pasado año.
La previsión es que en 2020 España tenga una capacidad total de 7.456 MW, es decir, casi 2.100 MW más que ahora, y casi el doble de lo que había instalado en 2008.
Valor añadido
El tercer dato que aporta el estudio es el del valor añadido bruto del sector a la economía española. En 2008, la contribución era de 208 millones. Cabe recordar que esta cifra representa solo el valor añadido de la industria. Pues bien, en 2014 la cifra se desplomó hasta los 33 millones. Prácticamente nada. Pero la firma de servicios profesionales cree que la fotovoltaica española resucitará hasta los 240 millones de valor añadido en 2020, es decir, casi multiplicaría por ocho su contribución actual.
El informe de EY evalúa a toda la Unión Europea, aunque presta atención a los principales mercados de la energía solar fotovoltaica en el Viejo Continente. Además de España, el estudio analiza a Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Bélgica y Grecia. A decir verdad, España ha perdido el punch que tenía hace seis años. En 2008 era el segundo país europeo en empleo y potencia instalada, solo por detrás de Alemania, y no muy lejos.
En 2014, la situación se ha revertido de tal manera que España se ha convertido en la quinta potencia europea, por detrás de los alemanes, Italia, Francia y Reino Unido, que en este 2015 ya ha superado a España tanto en potencia instalada como en número de empleados.
Y para 2020, a pesar de la mejora de España y de la caída del negocio en Reino Unido, la fotovoltaica española se mantendrá en el quinto lugar, además a mucha distancia de sus competidores. Solo superará a Bélgica y Grecia.
Causas
El informe presentado por Solar Power Europe muestra las causas del declive de la fotovoltaica en España en los últimos años. Achaca todo a la política energética que se ha ejercido en los últimos cuatro o cinco años. Los continuos recortes a la retribución, además con carácter retroactivo, ha espantado a los inversores y ha destruido una de las industrias más prometedoras que ha dado España en los últimos años.
Eso sí, como el sector ha llegado a cotas tan bajas, el camino por recorrer es bastante más amplio que el de otros países, que verán frenado su actual auge como puede ser Reino Unido, o el frenazo de Alemania.
En definitiva, ahora soplan vientos más favorables, y si encima hay un cambio de Gobierno el próximo 20D, el cielo se abre del todo para esta industria. Del mayor de los ostracismos pasará a ver la luz, y por qué no, a volver a brillar con luz propia.
Manuel
12/12/2015