Austria anunció este lunes que ha presentado una demanda ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) en contra de los planes del Gobierno del Reino Unido de conceder subvenciones públicas a su industria nuclear.
El canciller federal de Austria, el socialdemócrata Werner Faymann, manifestó hoy que únicamente tecnologías "modernas y nuevas" deberían ser apoyadas, "en el interés general de todos los estados de la UE".
"Eso no sucede en de ninguna forma en el caso de la energía nuclear", agregó el jefe de Gobierno austríaco en un comunicado.
Concretamente, Londres quiere apoyar la ampliación de la central de Hinkley Point C mediante precios energéticos asegurados, garantías de créditos y compensaciones en el caso del cierre anticipado de la planta. En total cerca de 100.000 millones durante los primeros 35 años de vida, al pago de unos 120 euros MWh.
El Gobierno austríaco considera que solo formas energéticas alternativas deberían ser apoyadas en Europa, pero no la energía atómica.
"Centrales nucleares son peligrosas, caras y comparado con tecnologías del futuro, como la energía eólica, hidráulica y solar, no son ni económicamente ni ecológicamente competitivas", concluyó Faymann en su comunicado.
La Comisión Europea había dado el pasado 8 de octubre su visto bueno a las ayudas estatales británicas para Hinkley Point C, lo que fue duramente criticado por Austria.
La república alpina es uno de los pocos países europeos que nunca ha tenido una central nuclear en funcionamiento.
En los años 70 del siglo pasado, Austria construyó una central nuclear en Zwentendorf, 60 kilómetros al oeste de Viena, aunque en 1979 la población austríaca rechazó su puesta en marcha en un referéndum.
Desde entonces existe un amplio consenso político y social en Austria en contra de la energía atómica.
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