El informe anual sobre Perspectivas de la Energía de BP siempre ha sido conservador en sus previsiones sobre el futuro de las tecnologías alternativas, y este año no iba a ser una excepción. A pesar del crecimiento del mercado de coches eléctricos y otros vehículos no convencionales, el informe vaticina que el motor de combustión interna seguirá teniendo una cuota del 94% del mercado mundial de automóviles en 2035, por lo que augura un futuro próspero al negocio del refino y a los combustibles fósiles.
Las previsiones de BP duplican el número de vehículos a motor en el mundo dentro de 20 años, pronosticando que pasarán de los 900 millones de automóviles actuales a 1.800 millones en 2035, un incremento que se justifica por la mayor renta y la mejora de las infraestructuras en países emergentes y en desarrollo, especialmente en China e India, donde se producirá el despegue principal, pasando de 400 a 1.200 millones de vehículos.
En buena lógica, la demanda de petróleo seguirá aumentando. “Esperamos que los vehículos eléctricos sigan creciendo muy rápidamente, pero creemos que no va a haber grandes cambios en el consumo de petróleo”, dijo Spencer Dale, economista jefe del Grupo BP.
Según el informe de BP, el porcentaje de vehículos con propulsión eléctrica no superará el 6%, -alrededor de 100 millones frente a 1,2 millones que ruedan por las carreteras en la actualidad. Además, considera que alrededor de una cuarta parte de los eléctricos que rueden dentro de 20 años por las carreteras del mundo tendrán motores híbridos y por consiguiente algo de combustible consumirán.
Los autores del informe van más allá y consideran que se obtendrán mayores ahorros derivados de los incrementos en la eficiencia de los combustibles más otras innovaciones, como el uso del vehículo compartido y los coches autónomos, que por el crecimiento del mercado del coche eléctrico. “Se espera que un automóvil medio pueda recorrer casi 50 millas por galón en 2035, en comparación con las 28 millas por galón que se recorrían de media en 2015”, concluye el informe.
Si actualmente el consumo de combustibles del parque automovilístico mundial es el equivalente a 19 millones de barriles al día, a pesar de duplicarse ese parque, en 2035 no se espera que se consuman más de 23 millones de barriles por día. El impacto de la eficiencia en el negocio sería, según BP, diez veces superior al de los 100 millones de coches eléctricos, que apenas recortarían el consumo en 1,2 millones de barriles por día.
A pesar de sus previsiones conservadoras, BP advierte que las cifras de desarrollo de la electrificación del parque mundial de automóviles dependerá mucho de lo que los Gobiernos presionen legalmente a los motores de combustión, del precio de los combustibles, el ritmo al que bajen los costes de las baterías de los coches eléctricos o las ayudas a la adquisición de vehículos limpios. Todo ello sin olvidar el desarrollo de las nuevas formas de transporte, compartido y autónomo, que podrían ser exclusivas de los coches con emisiones mínimas.
La visión que transmite el informe de BP difiere mucho de otros informes de los que El Periódico de la Energía se ha hecho eco recientemente. Bloomberg New Energy Finance (BNEF) estima que en 2040, cinco años después que los pronósticos de BP, la cuota de mercado de los coches eléctricos será del 35%, desplazando alrededor de 13 millones de barriles de petróleo al día, lo que equivale al 14% de la demanda mundial de petróleo en 2016.
También un nuevo informe del Instituto Grantham, el Imperial College de Londres y Carbon Tracker Initiative sugiere que el abaratamiento de los coches eléctricos (EV) y de la energía solar podría arrebatar el 10% de la cuota de mercado de los combustibles fósiles del mundo dentro de una década, deteniendo el crecimiento de la demanda de petróleo y carbón en 2020. Las diferencias entre lo que dice BP y lo que pronostican los otros son excesivamente grandes. ¿Quién se equivoca?. El tiempo lo dirá.
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La solución no es el coche con motor eléctrico, la solución es el coche con motor de aire comprimido.