La cuenta atrás del concurso de acreedores de GES (Global Energy Services) ya es cuestión de horas. El próximo 30 de octubre finaliza el periodo para salvar la compañía de un dramático concurso de acreedores y el foco está puesto ahora en los trabajadores.
Los posibles actores que quieren hacerse con los activos de la compañía quieren comprarla lo más limpia posible y su principal obsesión es qué hacer con los trabajadores que se dedican al mantenimiento de parques eólicos en España. “Por el momento, de los 900 operarios solo 146 tienen un acuerdo de subrogación, el resto deben aceptar unas condiciones que vienen de la mano de Gamesa a todas luces inasumibles”, señalan fuentes de los comités de empresa, “y no estamos dispuestos a ello”.
Las negociaciones suponen una rebaja del pago de las horas extras, “inicialmente, de los 13 euros/hora que cobramos, nos quieren pagar solo 9 €/horas, y eso supone también rebajarnos las primeras 25 horas del mes un 40%, las restantes un 60%, y las horas festivas un 70%, aunque al final hemos negociado y hemos conseguido que el báremo se sitúe en 16 euros/hora”, señalan las fuentes, “pero hay otras condiciones peores que nos han impuesto”.
Entre ellas se incluye la eliminación de las dietas “cuando muchos de los trabajadores llegan a realizar 100 horas de viaje al mes para llegar a los parques eólicos, más las horas de trabajo”, añaden, “además de bajarnos el precio del retén de las guardias“. También les han pedido mayor flexibilidad de horario y aceptar unas vacaciones impuestas y no elegidas, “pero lo peor es que quieren que firmemos la baja voluntaria para poder realizar el traspaso a las nuevas compañías con las que Gamesa está negociando para el mantenimiento de los parques”.
El gigante eólico ya le exigió a GES estas condiciones hace dos años, y la dirección de la empresa las aceptó sin contar con la opinión de los trabajadores, “lo que ha provocado que la gente esté muy ‘quemada’, por eso, nuestra alternativa solo es una, seguir luchando hasta el final, pase lo que pase”.
Los parques que tienen acordada la subrogación se encuentran en dos provincias deGalicia, en Palencia, en Valladolid, Huelva y algunos de Tarragona y Burgos, “el resto, Aragón, Soria, Cataluña y La Rioja, no tienen acuerdos de subrogación y nos están pidiendo el traslado a otra compañía perdiendo los años de antigüedad y la indemnización al aceptar la baja voluntaria”, añaden.
Sin embargo, como parte positiva, en aquellos donde ya se ha realizado el traslado, los nuevos proveedores de Gamesa se han quedado con el 80% de los trabajadores de GES, según han confirmado fuentes sindicales a este diario.
La tensión es máxima entre los trabajadores y todo apunta a que están en el medio de un tira y afloja entre el posible comprador y el vendedor para no tener que pagar indemnizaciones millonarias que podrían destinarse a saldar las deudas que acumula la compañía.
Según ElEconomista.es hay varios posibles candidatos, los fondos de inversión Springwater Capital y KKR, y los grupos industriales Uralita y el Grupo Alfonso Gallardo. “Está todo muy abierto, no hay nada cerrado y todas las opciones son posibles”, señalan fuentes cercanas a GES, “pero en los próximos días se conocerá la decisión de la empresa”.