La empresa pública Hunosa lleva varios años dando tumbos tratando de dar con una solución a sus problemas financieros. El negocio del carbón ya no es el que era. No es tan competitivo como el que se produce en otros lugares del mundo.
Por eso, el Gobierno, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), trata de conseguir una reconversión del negocio, por ahora sin éxito. Empezó con el fracking, pero en 2013 se echó para atrás definitivamente de los proyectos junto a Gas Natural Fenosa.
Lo ha intentado con la biomasa, la geotermia y el biogás, pero no parece ser suficiente. Ahora, el Gobierno pretende sustituir el carbón con 'fracking'. Pero de una manera bastante más especial a lo que se tiene por acostumbrado.
El Principado de Asturias, gobernado por el PSOE, partido que apuesta por prohibir el fracking, ha elevado a información pública la solicitud del permiso de investigación de hidrocarburos denominada Llábana 1 presentada por Hunosa (70%) y la empresa especializada en exploración de hidrocarburos Volta Energy Resources (30%).
Según la solicitud del permiso, la estatal Hunosa será el operador del proyecto que alberga **una extensión de 37.314 hectáreas, como 37.000 bernabéus juntos. Ni más ni menos. El 3,5% del territorio asturiano. **
El proyecto afecta a los concejos de Oviedo, Siero, Sariego, Bimenes, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, Langreo, Mieres, Aller, Lena y Ribera de Arriba.
Hunosa tiene acordado con Volta Energy explorar el subsuelo para encontrar hidrocarburos en Asturias. Volta asesora a Hunosa en el análisis de viabilidad de la explotación del Coalbed Methane (CBM) en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana (CCCA).
Actualmente es el el campo del Coalbed Methane (CBM) donde la empresa se ha implicado con más recursos. "Las cuencas carboníferas españolas están, en su mayor parte afrontando el cierre de las explotaciones por falta de viabilidad económica de la explotación del recurso carbón. Pero el carbón alberga una fuente energética que puede ser extraída industrialmente y dar una nueva vida productiva al carbón: el metano", explica la compañía en su web.
Ahora Hunosa quiere volver al fracking, quiere explotar su recurso, el carbón, pero de otra manera, para obtener el metano que está en las profundidades de las cuencas mineras.
Los ecologistas ya han levantado la voz. El Gobierno del socialista Javier Fernández (presidente de la gestora del PSOE) tiene dos meses para recoger todas las alegaciones al proyecto. Después tendrá que pronunciarse si se lleva a cabo el proyecto. Después tendría que pasar la declaración de impacto ambiental y a posteriori el Gobierno, a través del nuevo Ministerio de Energía, sería el que tuviese que dar el visto bueno definitivo.
Para que eso se produzca se tardarán varios años. Eso es lo que le ha sucedido a muchas de las empresas que han intentado extraer hidrocarburos de forma no convencional. Al final, todas han tenido que irse porque no se resolvían sus casos y porque realmente no les salían las cuentas.
¿Le sucederá lo mismo a Hunosa o el Gobierno irá adelante con el proyecto siempre y cuando tenga una DIA favorable? Para verlo, toca esperar. Pero la intención está ahí.
pep puig i boix
08/11/2016