La consultora DNV GL ha publicado su informe Energy Transition Outlook 2017 en el que prevé que en 2050 las renovables y los combustibles fósiles se repartirán la tarta energética a partes iguales. 50% renovables-50% combustibles fósiles.
Concretamente, cree que la solar fotovoltaica y la eólica llevarán a las renovables a conquistar ese 50% de la energía primaria en el año 2050. Muy lejos de lo que otros informes, como el del Dr. Jacobson (Universidad de Stanford), dicen y que creen que para esa fecha se podría vivir solo de renovables.
En este caso, DNV GL no entierra los combustibles fósiles para dentro de 33 años, sino que además a alguno de ellos le da cierta fuerza. Es el caso del gas natural, que para la consultora, será la principal fuente de energía en el mundo para esas fechas.
La previsión es que el petróleo vaya perdiendo fuerza poco a poco con la entrada del vehículo eléctrico y el gas se convierta en el combustible del futuro. Según DNV GL será en 2034 cuando el suministro de gas natural supere al del crudo. La firma cree que el petróleo sufrirá un estancamiento entre 2020 y 2028 fecha en la que comenzará su declive por culpa del vehículo eléctrico.
Para los autores del informe, el mundo continuará exigiendo más energía en los próximos años, pero las medidas de eficiencia energética que se implantarán en los próximos años llevarán a la demanda energética mundial a su cota más alta en 2030, a partir de ahí la demanda ya no cambiará y se quedará plana.
Además, otro apunte significativo del informe es que la transición energética mundial se producirá sin un aumento significativo del gasto energético anual global. En comparación directa, la energía mundial costará menos del 3% del PIB mundial en comparación con el actual nivel del 5%.
Y esto lo conseguirá gracias a las energías renovables. Los costes de energía solar fotovoltaica y eólica se reducirán un 18% y un 16%, respectivamente, por la duplicación de la capacidad. Aunque la industria del petróleo y el gas ha respondido de manera impresionante al actual entorno de precios bajos, las renovables mejorarán el rendimiento de los costes a un ritmo mucho más rápido, beneficiándose del efecto de la "curva de aprendizaje".
Los vehículos eléctricos alcanzarán la paridad de costos con los vehículos de combustión interna en 2022 y, en 2033, la mitad de las ventas de vehículos ligeros nuevos en todo el mundo será de eléctricos.
En la presentación en Londres, Remi Eriksen, presidente y CEO de DNV GL, ha asegurado que "el profundo cambio establecido en nuestro informe tiene implicaciones significativas tanto para las compañías de energía establecidas como para las nuevas. En última instancia, será una voluntad de innovar y una capacidad para moverse a la velocidad que determinará quién puede mantenerse competitivo en este paisaje energético dramáticamente alterado".
A pesar de una mayor eficiencia y una menor dependencia de los combustibles fósiles, el informe indica que el planeta se calentará en 2,5 ° C, por lo que no se alcanzará el objetivo del Acuerdo de París de 2015.
"Incluso con el aplanamiento de la demanda de energía y las emisiones reduciéndose a la mitad, nuestro modelo todavía señala un rebasamiento significativo del objetivo de carbono de 2 ° C. Esto debería ser una llamada de atención a los gobiernos y los responsables de la toma de decisiones dentro de la industria energética. La industria ha dado pasos audaces antes, pero ahora necesita dar pasos aún mayores", dice Eriksen.
En definitiva, ya no será como hasta ahora. La electrificación del planeta ha comenzado. Cambiará la forma en que la energía se suministra y se consume. Mientras que la economía mundial y la población mundial crecerán modestamente, la demanda de energía se reducirá y las emisiones de CO2 bajarán bruscamente.
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