En España estamos buscándonos las cosquillas como el ratón y el gato prácticamente en todo, y más cuando se trata de políticos y encima en periodo de elecciones. Desde el pasado junio cuando se formaron los nuevos gobiernos autonómicos se acrecentó el enfrentamiento entre PSOE y PP. En materia energética, el principal foco de batalla dialéctica era en Castilla La Mancha. El nuevo ejecutivo de García-Page combatía al Gobierno por dos instalaciones como el ATC de Villar de Cañas y la central de Elcogas.
El ATC de Villar de Cañas ha servido a unos y otros para tirarse los trastos a la cabeza. Que si no cumple los requisitos, que el sobrecoste es muy alto, que es prescindible para unos e imprescindible para otros. Como el perro y el gato. Una controversia que desde el otro lado de la frontera lo deben mirar con asombro. En Francia, están a otra cosa. Allí su ATC no es tal. Tiene otras siglas. Es un AGP (almacén geológico profundo). Las diferencias son amplias. En Francia la nuclear es la reina y la cantidad de residuos nucleares que genera hacen que se necesite una instalación de este tipo que entierra los residuos más en profundidad (500 metros bajo tierra), en mayor cantidad y por mucho más tiempo que el de un ATC. Pero la gran diferencia está en el tema económico.
Francia tiene un proyecto que se denomina Cigeo. Es un AGP y la eléctrica estatal EDF será la que se haga cargo de la instalación como realiza con la energía nuclear tras adquirir Areva. La compañía calculó que el coste de Cigeo sería de unos 20.000 millones de euros a lo largo de su vida útil, que podría alcanzar los 100 años.
Pero al gigante eléctrico francés ha recibido malas noticias por parte de la Agencia Nacional de Residuos Nucleares (Andra) que asegura que la instalación costará nada más y nada menos que 30.000 millones de euros. Eso hizo que la cotización de la eléctrica cayera con fuerza. 10.000 millones de diferencia son muchos y podrían trastocar las cuentas de la compañía.
EDF confía en que el ministro de Energía cifre en el entorno de los 20.000 millones el coste definitivo y real de la instalación. De esa manera, no se verá muy afectada financieramente hablando.
Se trata del cementerio nuclear más importante del mundo, una obra faraónica, única en el mundo, que dará cabida a miles de toneladas de residuos nucleares de toda Francia. Los 58 reactores nucleares llevarán allí sus residuos.
En comparación con el ATC de Villar de Cañas, éste parece una broma. El coste del cementerio nuclear español superará los 1.000 millones de euros. Muy lejos de los 20.000 o los 30.000 millones de Cigeo.
Luis Bravo
16/01/2016