Renovables

El plan de renovables de Baleares se centra en eólica y fotovoltaica y fomenta el autoconsumo

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Unos técnicos trabajan en una instalación de autoconsumo. FOTO: EFE.
Unos técnicos trabajan en una instalación en una azotea. FOTO: EFE.

El Consell de Govern ha aprobado a propuesta de la Conselleria de Economía y Competitividad, el Plan Director Sectorial Energético de Baleares relativo a la ordenación territorial de las energías renovables en las Islas, con el que se pretende impulsar el desarrollo de energía fotovoltaica y eólica, dar seguridad jurídica y favorecer proyectos pequeños y el autoconsumo en el sector agrícola, entre otros objetivos.

Así lo ha anunciado el conseller de Economía y Competitividad, Joaquín García, durante la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, en la que ha explicado que actualmente las energías renovables no alcanzan el 3% del total consumido en Baleares.

Las Islas contarán así con el primer Plan específico de renovables, para aportar seguridad jurídica a todos los actores de este ámbito y establecer un desarrollo ordenado de estas fuentes energéticas.

La normativa que se incorpora al Plan Director Sectorial Energético nace de la necesidad de incrementar la producción de energía eléctrica procedente de fuentes renovables, para cumplir con las previsiones autonómicas, estatales y europeas en materia de energías renovables y de reducción de las emisiones de CO2.

A día de hoy, según ha explicado García, sobre el total de la producción eléctrica en las Islas, la aportación de las energías renovables es ligeramente superior al 2%. La finalidad es cumplir con el objetivo 20/20/20: conseguir para el año 2020 una reducción del 20% de los gases de efecto invernadero, ahorrar un 20% del consumo de energía gracias a la eficiencia energética y promover las energías renovables hasta el 20%.

Por este motivo, la norma se centra en las tecnologías consideradas maduras y capaces de participar de forma significativa en la producción eléctrica, como son la fotovoltaica y la eólica.

El Plan Director Sectorial Energético establece las posibilidades de instalación de energías renovables en función de sus características y ubicación, para que su desarrollo se lleve a cabo de forma que no afecte negativamente al territorio ni al paisaje de las Islas.

Para ello, el Decreto incluye mapas de aptitud territorial para acoger instalaciones de energías renovables, combinando las posibilidades técnicas y de recursos naturales con los criterios paisajísticos y medioambientales, y crea tres zonas -alta, media y baja- según la aptitud y otras zonas de exclusión, que están formadas por los espacios naturales protegidos: Parque Nacional, Parques Naturales, Reservas, Monumentos Naturales y Zona de exclusión y Zona de uso limitado del Paraje Natural de la Serra de Tramuntana.

Fomento de pequeñas instalaciones

Otro objetivo de la planificación territorial de las energías renovables es que en las zonas definidas como aptas, el proceso de tramitación de las instalaciones sea más sencillo.

En este sentido, en el caso de las instalaciones fotovoltaicas se favorece la utilización de las cubiertas de las edificaciones y las pequeñas instalaciones.

El desarrollo de grandes parques fotovoltaicos, de más de 4 hectáreas, se deberán tramitar por vía de declaración de interés general y estarán sujetos a procesos administrativos con la participación de los agentes interesados, que deberán velar por que estas infraestructuras no afecten negativamente el entorno y la capacidad de producción agrícola del territorio, y a procesos de participación ciudadana.

También podrán integrarse de forma efectiva con la actividad agraria, de acuerdo con lo establecido en la legislación agraria vigente.

En cuanto a la energía eólica se fomentan las instalaciones microeólicas en espacios urbanos, así como los aerogeneradores de pequeña potencia.

Quedan prohibidos los parques eólicos en la Serra de Tramuntana y otros entornos singulares. En las zonas aptas, los parques eólicos también deberán tramitarse por vía de declaración de interés general y con procesos de participación ciudadana.

Para las instalaciones eólicas y fotovoltaicas se establece la obligatoriedad de evaluar el efecto acumulativo de todos los proyectos, así como la delimitación de una zona de 500 metros de aptitud baja en el entorno de los espacios protegidos o de interés ambiental.

Atendiendo a las particularidades territoriales de las Pitiusas, se reduce la superficie máxima de las pequeñas instalaciones fotovoltaicas, que pasa de 0,3 ha a 0,15 ha y con potencia no superior a 100 kW.

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