La nueva subasta de renovables que se celebrará antes del verano, anunciada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido acogida de forma desigual en el sector, pues mientras la industria eólica cree que es una buena noticia, a las asociaciones de fotovoltaica les suscita dudas.
La Asociación Empresarial Eólica (AEE), que representa a más del 90% del sector en España, considera el anuncio que ha hecho el presidente del Gobierno de convocar una nueva subasta de hasta 3.000 megavatios de capacidad, una “buena noticia para todo el sector” de las renovables.
Según la asociación, con esa nueva potencia España se acercará al objetivo europeo de que en 2020 las energías renovables supongan el 20% del consumo de energía final, lo que unido a la futura Ley de Cambio Climático, constituye un paso más dentro del proceso de transición energética.
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que representa a empresas que suponen aproximadamente más del 85% de la actividad del sector en España, también ve positivo que se convoque una nueva subasta, aunque cree que hay que reformar su diseño para que sea “verdaderamente competitiva” y para abaratar los precios al consumidor.
Por eso, esta asociación, que recurrió ante el Tribunal Supremo la normativa de la anterior, reclama una reducción en el suelo del descuento máximo y un modelo en el que cada agente interesado oferte un precio por kilovatio hora para que el más competitivo reciba la remuneración ofertada.
La Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos, Anpier, que agrupa a 5.000 socios que son pequeños productores e inversores, ha dicho que esta nueva subasta es “más de lo mismo”.
Su presidente, Miguel Ángel Martínez-Aroca, ha expresado, en declaraciones a Efe, sus sospechas de que se intente “beneficiar” con esta convocatoria a alguna compañía grande que no se adjudicara potencia en la anterior puja.
Ha vaticinado, que si la subasta se celebra con las mismas reglas que la anterior, como está previsto en el borrador del real decreto del Gobierno, “de nuevo arrasará la eólica”, en la que ha recordado “dominan” las grandes eléctricas.
Por su parte, el director general de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María González Moya, ha expresado su sorpresa por el anuncio del presidente del Gobierno, más cuando apenas sólo ha transcurrido una semana de que se celebrara la anterior, también de 3.000 MW.
González Moya, cuya organización agrupa a empresas y entidades de todo tipo de energías limpias, ha manifestado a Efe que esta nueva convocatoria “es otra improvisación” del Gobierno, cuando apenas ha transcurrido una semana de que se celebrara la anterior subasta, cuyas condiciones mantiene.
Ha reiterado que es necesaria una planificación a largo plazo de las subastas, ya que las empresas y los inversores necesitan conocer cuando se convocarán para organizar sus inversiones, y ha criticado que en esta nueva subasta se vuelva a “enfrentar” a las diferentes tecnologías.
Por eso, González Moya ha demandado que las subastas vuelvan a tener cupos por tecnologías (solar, eólica y otras) y ha afirmado que el mecanismo de adjudicación “sigue perjudicando a la energía fotovoltaica”, que sólo logró un megavatio en la anterior convocatoria por el sistema para deshacer los empates en las ofertas, que era el mayor número de horas de funcionamiento.