Los sistemas fotovoltaicos y de almacenamiento pueden ser la solución más rentable para mejorar la seguridad energética de un país. En los últimos días, El Periódico de la Energía ha informado sobre un estudio realizado en Gran Bretaña, según el cual haría falta la mitad de incentivos para una misma cantidad de generación eléctrica con energía solar fotovoltaica y almacenamiento que con la nueva tecnología nuclear que se está utilizando en la central de Hinkley Point.
Hoy se habla de Alemania y de un nuevo informe de Agora Energiewende -el think tank alemán que se ocupa de la transición energética– según el cual el país podría cuadruplicar la potencia fotovoltaica, si se agrega en el sistema eléctrico cantidades adecuadas de almacenamiento. El aspecto importante es que ello no daría lugar a ningún tipo de problemas en la red, sino que, por el contrario, sería mucho menos costosa en comparación con las inversiones adicionales que se están realizando en nuevas líneas de alta tensión.
El estudio de Agora Energiewende afirma que el sistema eléctrico de **Alemania puede soportar fácilmente cuatro veces más potencia fotovoltaica que la existente en la actualidad integrando 40 GW de almacenamiento en el mix energético. ** El estudio Agora encuentra la infraestructura eléctrica de Alemania es capaz de manejar entre 150 y 200 GW de energía solar fotovoltaica con sólo 40 GW de respaldo con baterías de almacenamiento.
Además, no sólo supondría una rampa de despegue para hacer técnicamente posible el almacenamiento solar, sino que además el escenario que pinta Agora es económicamente viable en la medida que los costes de los módulos solares y las baterías de almacenamiento sigan cayendo como lo están haciendo, dijo el director Agora Energiewende, Patrick Graichen.
El director afirma en el estudio que la política energética de Alemania debería ajustarse de manera que se diera una mejor acogida al almacenamiento de energía solar, en lugar de seguir la estrategia actual de construir más líneas de alta tensión más allá de 2025.
Los resultados en este frente en Alemania, por otro lado, ya son considerables. A diferencia de Italia, Berlín, al cortar drásticamente, aunque no totalmente, los incentivos, ha logrado mantener un mercado fotovoltaico importante. De hecho, en 2014 se instalaron casi 2 GW de nueva capacidad fotovoltaica (una cantidad respetable en comparación con los 350 MW instalados en Italia) y, definitivamente, se esperan más de 1,5 para este 2015. Sin embargo, la mayoría de las instalaciones para la adopción de los hogares de almacenamiento están funcionando
El futuro mix energético de Alemania debería aprovechar los alentadores progresos ya realizados con el almacenamiento en el mecanismo de apoyo para las baterías integrado con los sistemas solares fotovoltaicos residenciales que se puso en marcha en 2013. Se estima que este sistema ya ha añadido unos 15.000 sistemas de almacenamiento residenciales a lo largo de toda Alemania, y con probabilidades de que se instalen 100.000 más para 2018.
El Banco Alemán de Desarrollo KfW reveló en septiembre que el régimen alemán de ayudas al almacenamiento ha impulsado un crecimiento del 35% en los proyectos de almacenamiento de energía solar, ayudados por la caída de los costes del sistema y el crecimiento de autoconsumo para un creciente número de propietarios de instalaciones solares en Alemania.
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