El sistema eléctrico español está irreconocible. Las cuentas no es que cuadren es que se han desorbitado. Según ha podido saber El Periódico de la Energía de fuentes del mercado, el sistema eléctrico español va a arrojar un superávit definitivo del ejercicio de 2014 de unos 600 millones de euros. Esta cifra triplica a la mejor de las previsiones realizadas por el Gobierno que preveía un excedente entre los ingresos y los costes del sistema de unos 200 millones.
La CNMC anunció en abril que la decimocuarta liquidación de 2014 supuso un déficit de 465 millones de euros, a la espera del ajuste definitivo. El desfase que se produciría sería de unos 1.000 millones de euros, entre la última liquidación y la definitiva, teniendo en cuenta las cifras de estas fuentes, y si se compara con las del Gobierno de casi 700 millones.
¿Qué ha pasado para que haya tanto desfase entre unos datos y otros? Estas mismas fuentes han explicado que en este ejercicio hay que incorporar fondos procedentes del canon hidráulico, devoluciones de las renovables y otros ingresos extraordinarios. Esta última partida es la que ha conseguido aumentar el superávit, además de varios costes del sistema que se han reducido en comparación con otros años.
Pero lo más llamativo es que con las mismas cuentas que ha aplicado la CNMC en el ajuste definitivo, el superávit del sistema se podría disparar por encima de los 1.000 millones de euros. Una cifra que duplicaría la estimación del Gobierno que calcula un excedente de 500 millones para este año.
En el caso de 2015, hay varios factores que han ayudado a este fuerte incremento del superávit como es la fiscalidad a la producción de electricidad y el céntimo verde del carbón y los ciclos, sobre todo de las centrales térmicas que este año se han utilizado bastante más que en ejercicios anteriores. La climatología, por tanto, va a ser un factor importantísimo en el devenir del sistema.
Otro factor que va a ayudar este 2015 va a ser el precio del petróleo. Los precios bajos del crudo han hecho que los costes extrapeninsulares hayan descendido drásticamente respecto a otros ejercicios.
¿Dónde irá a parar?
La normativa eléctrica es muy clara. Tras más de 10 años acumulando deuda eléctrica, el superávit se tiene que destinar a reducir la cantidad de déficit de tarifa que falta por pagar al mercado. Recordemos que la titulización del déficit de tarifa hizo que los 28.000 millones de agujero se destinaran a la tarifa, por tanto a los consumidores. Ahora quedan unos 25.000 millones por abonar. Tanto el superávit de 2014 como el de 2015 debería ir encaminado a amortizar esta deuda.
Pero ya se ha visto este verano que el Gobierno lo ha utilizado como herramienta electoral para bajar directamente los peajes eléctricos y por tanto la tarifa eléctrica de todos los consumidores. Además, la intención del Gobierno es utilizar el más que probable superávit de 2015 para anunciar otra bajada de la tarifa para finales de año y que se aplicaría a partir del 1 de enero de 2016. Justo en pleno proceso electoral.
Ahora bien, como la cifra va a ser notablemente superior a la prevista por el Gobierno, éste se verá obligado a destinar el dinero a reducir el déficit. Aunque en política, y en asuntos como la luz, todo puede pasar.
Está previsto que la CNMC publique el informe definitivo en las próximas semanas o días. Tiene hasta el 1 de diciembre para presentar la liquidación definitiva de 2014, el año en que España consiguió superávit en el sistema eléctrico.
Demasiado recorte
Estas cifras de superávit también dejan ver que la importante caída de los costes del sistema ha sido vital para obtener estos datos. La reforma eléctrica que ha aprobado el Gobierno podría haberse pasado de recorrido. Los miles de millones recortados a las renovables, o el tijeretazo sufrido por las grandes eléctricas, que asciende también a miles de millones si se suman todas, han sido más que suficientes para arreglar el desaguisado del déficit. Pero parece que ahora el Ejecutivo se ha pasado de frenada con tanto recorte y podría haberse ahorrado buena parte de ellos.
Eso sí, además del Gobierno, quienes estarán satisfechos de estas cuentas serán los consumidores que verán cómo la tarifa eléctrica se reduce, directamente por peajes a través de la actuación del Gobierno, o mínimamente si se hace contra el déficit.
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