Elon Musk, el hombre capaz de ingresar 200 millones en un día solo por presentar un coche eléctrico

Hay gente brillante y otra que no lo es. Elon Musk es de los primeros. Sí, podrá tener también sus fallos y habrá gente que le odie, pero no se le puede negar esa capacidad para generar ilusión prácticamente de la nada.

Musk, a través de su empresa Tesla, acaba de presentar su nuevo Model 3. Un coche eléctrico, con grandes pretensiones ya que quiere convertirse en el vehículo más vendido por su accesibilidad a los bolsillos de medio mundo.

Cuesta 35.000 dólares. Puede que sea mucho para buena parte de los españoles, pero en otros mercados como EEUU, Reino Unido o Australia es casi una ganga. Y claro, en estos países la gente se ha vuelto medio loca solo de saber que ya puede tener un Tesla en sus manos.

En poco más de 24 horas, Tesla ha recibido cerca de 200.000 órdenes de compra o reservas. Es decir, que 200.000 ciudadanos de todo el mundo (de España no porque aquí no se vende) ya han ingresado 1.000 dólares cada uno para asegurarse recibir un Model 3 a partir de 2017.

Esto quiere decir, que Elon Musk ha ingresado 200 millones de dólares en solo 24 horas sin tener que vender nada. Solo ha anunciado un coche. No está mal. En España pocas o ninguna empresa podría hacer algo así.

Si se extrapolan estas reservas en ventas futuras, dentro de un año, el señor Musk ingresará 7.000 millones si todas las órdenes de compra se llevan a cabo.

Otro dato. Las 200.000 reservas superan con creces las ventas de coches eléctricos totales de EEUU en 2015. El año pasado solo Tesla vendió 25.400 vehículos. En EEUU, se vendieron 116.000 coches eléctricos siendo el Model S el que más matriculaciones obtuvo.

Y en todo el mundo se vendieron 550.000 vehículos eléctricos. Y ahora, solo con una presentación, se han reservado 200.000 en un solo día. Es casi imposible que Tesla fabrique los 200.000 en un año, pero es un golpe de efecto en el mercado del coche eléctrico de magnitud

Algunos lo llaman marketing, otros magia y otros lo ven como algo insólito, al alcance de muy pocos. Así es Elon Musk, y en España le damos con la puerta en las narices.