El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha dicho que la transición hacia un nuevo modelo energético va a tener un coste y que habrá que hacerla de manera eficiente para que los costes no sean “insoportables”, pues si eso ocurre “no va a haber transición”.
Llardén, que también preside la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) y que ha participado en la presentación del libro “El sector energético ante los retos del 2030”, ha señalado que por eso se debe basar el cambio en la innovación tecnológica y en alcanzar los objetivos que se han fijado de manera eficiente.
Por otra parte, Antonio Llardén, que ha dicho que el proceso de descarbonización es “imparable” pese al anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, de retirarse del Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ha indicado, en declaraciones a los periodistas, que “siempre va a existir un hueco para el carbón” por diferentes motivos, entre ellos sociales.
Ha afirmado “va a existir siempre en todos los ‘mix’ energéticos” -las diferentes fuentes de energía dentro del suministro eléctrico de un país- “una parte de carbón” y ha añadido que el proceso de descarbonización “va a ser lento”.
En este sentido, ha recordado que a veces se han hecho avances muy rápidos en la introducción de energía renovable que, “paradójicamente, han incrementado la utilización del carbón”, como ha ocurrido en Alemania, pero a futuro todos los productos que tienen carbono van a tener que ser utilizados “de una forma más eficiente y con una disminución paulatina”.
De hecho, ha explicado que, aunque el objetivo de la UE para 2050 es de emisiones cero de CO2, “no es fácil pensar que tengamos un esquema 100 % de renovables” en esa fecha, “pero sí que se pudiera entonces capturar parte del carbono con una serie de soluciones”.
En cuanto a la puesta en marcha por Enagás de la regasificadora del puerto de El Musel, en Gijón, ha dicho que aún no hay fecha, aunque el Ministerio de Energía está trabajando para resolver todas las cuestiones que puedan llevar a utilizar la planta.
Llardén, que ha recordado que el gas natural va a jugar un papel muy importante en el proceso de reducción de emisiones de CO2, en concreto el gas natural licuado (GNL), ha señalado que se van a necesitar en el mundo instalaciones para almacenarlo y reenviarlo a otras partes del mundo, y España cuenta con varias, una de ellas la de Gijón.
Por eso, confía en que esa planta de regasificación “pueda funcionar en el momento adecuado y de forma correcta”.
En la presentación del libro “El sector energético ante los retos del 2030” también ha participado el presidente de Endesa y del Club Español de la Energía, Borja Prado, que ha dicho que sólo con una visión completa, transversal e interconectada de esos retos se conseguirá producir la suficiente energía para cubrir la demanda, mejorar la eficiencia, reducir el número de personas que no tienen acceso a la energía en el mundo y mejorar el medio ambiente.