La fotovoltaica española se mantiene como una de las más competitivas del mundo en cuanto a costes se refiere, pero a pesar de ello, el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico está lejos de producirse por las barreras administrativas y regulatorias. La consultora Creara ha presentado la séptima edición del PV Grid Parity Monitor para el sector comercial (instalaciones de 30 kW) en el que analiza la situación de la fotovoltaica en siete ciudades de los mercados más importantes: Francia, Alemania, Italia, México, Brasil, Chile y España.
En el caso de España, la ciudad estudiada es Las Palmas de Gran Canaria, donde la fotovoltaica ya es competitiva frente a los precios de la electricidad al por menor para el sector comercial. Situarse cerca de la paridad con la red ha sido impulsado por dos factores principales: el importante descenso experimentado por los precios de los sistemas fotovoltaicos. y los niveles relativamente altos de radiación en la isla.
El estudio tiene en cuenta por un lado los costes (LCOE) y por otro el apoyo regulatorio al autoconsumo, con el objetivo de crearse un verdadero mercado fotovoltaico. A pesar de estar cerca de la paridad con la red, el mercado eléctrico español ha impedido conseguir el objetivo máximo de paridad. Por ejemplo, el componente fijo de la tarifa eléctrica ha aumentado en los últimos años, mientras que el componente variable ha sido reducido, algo que dificulta la expansión del autoconsumo.
El PV Grid Parity Monitor también analiza el apoyo regulatorio para el desarrollo del autoconsumo. Es en este apartado donde España se sitúa a la cola y queda muy mal parada respecto a los otros mercados. En España, cualquier consumidor de electricidad puede generar electricidad fotovoltaica para autoconsumo, aunque sin recibir ninguna compensación por el exceso de generación. Según el informe, no hay ni un esquema de feed-in tariff ni un mecanismo de balance neto en su lugar.
Por otra parte, la última propuesta de ley para el mercado de autoconsumo desmotiva la instalación de estos sistemas fotovoltaicos. Las medidas diseñadas por el Gobierno, que podría entrar en vigor este año, incluyen que no hay compensación que permita la generación excesiva fotovoltaica introducida en la red y una comisión cobrada por cada kWh de autoconsumo fotovoltaico.
"Hay que señalar que, como excepción, los incentivos económicos especiales podrían establecerse en las islas Baleares y Canarias, donde el grado de irradiación es uno de los más altos del país y la electricidad una de las más caras de generar.
Entre los siete mercados analizados, España destaca en la competitividad de los costes, pero sale mal parada en el apoyo regulatorio. La moratoria a la fotovoltaica de 2012 así lo refleja y si se tiene en cuenta el borrador de autoconsumo, se podría decir que el Gobierno acabaría con las esperanzas de la industria en España.
Los mercados idóneos son Alemania e Italia, donde la paridad con red es máxima gracias a los bajos costes de la fotovoltaica y encima sus gobiernos crean un verdadero mercado y apoyan el autoconsumo entre sus ciudadanos. México también entraría dentro de los mercados que más apoyan el autoconsumo, pero aun le falta recorrido para alcanzar la paridad. En algunos casos sí lo consiguen, pero aun están lejos.
Otros mercados como el brasileño o el chileno están muy lejos de la paridad ya que cuentan con precios muy bajos de la electricidad, como es el caso de Chile, y el escaso desarrollo fotovoltaico hace que los costes de instalación sean aun bastante altos.
El estudio subraya que la paridad de red por sí sola no garantiza la creación de mercado. José Ignacio Briano, director del Departamento de Consultoría de Creara, asegura que “para desarrollar el mercado fotovoltaico es necesario contar con una normativa que, por un lado, permita poner en valor el exceso de energía y, por otro lado, minimice las barreras administrativas”.
Briano concluye, reflexionando sobre el debate abierto en torno a la energía fotovoltaica, que “estamos entrando en una nueva fase en el debate sobre el autoconsumo FV. Conforme su competitividad siga aumentando, será cada vez más necesario adaptar la red de distribución eléctrica y su financiación a una realidad cambiante donde los intereses de todos los actores implicados sean considerados”.
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