Los efectos del cambio climático son cada vez más visibles y es probable que se agudicen en las próximas décadas. Así lo señala el informe “La transición hacia una economía baja en carbono. Una mirada sobre el sector financiero y el sector alimentario”, elaborado por el Instituto de Innovación Social de ESADE en colaboración con Fundación Caja de Ingenieros. El estudio, presentado hoy en ESADE, revela que las emisiones en Europa han descendido un 19% desde 1990, debido al impacto de los acuerdos internacionales contra el cambio climático. En España, en cambio, las emisiones han aumentado un 14% desde esa fecha.
Gráfico 1. Variación en las emisiones de GEI en Europa (EU-28) desde 1990, por país.
La inversión socialmente responsable, una oportunidad para el sector financiero
El informe demuestra que el sector financiero considera el cambio climático un “riesgo sistémico”, pero que también lo indica como una gran oportunidad, principalmente, por tres razones:
- Se multiplican las posibilidades de financiar las tecnologías de la economía baja en carbono. Actualmente, se invierten 600.000 millones de dólares por año en energía solar y eólica, automóviles híbridos y lámparas LED.
- Las estrategias de inversión incluyen cada vez más criterios de sostenibilidad. El informe revela que asistimos al auge de la inversión socialmente responsable (ISR), los bonos verdes y climáticos o la inversión de impacto.
- El impacto ambiental se tiene progresivamente más en cuenta en los índices financieros, las iniciativas que miden la huella de carbono o las grandes plataformas de datos financieros.
Gráfico 2. Fondos temáticos de ISR en Europa (2014)
A escala global, el estudio revela que Europa es la región donde la ISR tiene mayor importancia: casi el 60% de los activos toman en consideración algún criterio de sostenibilidad.
En España, el universo ISR está todavía poco desarrollado. En 2014, estaban registrados solo 16 fondos ISR –es decir, aproximadamente el 1 % de los fondos ISR europeos– para un total de activos gestionados de 1.800 millones de euros.
Sin embargo, el informe registra una tendencia al alza de este tipo de fondos ISR en España y revela que muchos de los fondos globales más innovadores se comercializan en nuestro país.
“En el ámbito financiero, lo más significativo es que destaca una correlación positiva entre la descarbonización y los resultados: la inversión sostenible tiene mayor rentabilidad que las inversiones convencionales” destaca Heloise Buckland, investigadora del Instituto de innovación social de ESADE y coautora del informe.
“En Caja de Ingenieros apostamos por un tipo de inversión socialmente responsable, que impulsamos a través de nuestros productos financieros y de la propia política de RSC de la institución. Por este motivo, acabamos de lanzar el nuevo fondo CI Environment ISR, FI, para contribuir a la lucha contra el cambio climático” ha señalado José Oriol Sala, presidente de Caja de Ingenieros.
El sector alimentario: ¿el problema y la solución?
El informe pone de manifiesto que el sector alimentario genera el 25% de las emisiones globales de efecto invernadero y que, a la vez, se trata de una de las industrias más afectadas por el cambio climático en toda la cadena de valor. En España, los glaciares de los Pirineos se han reducido de 3.300 a 390 hectáreas desde 1900 y el estudio advierte que el país está en riesgo de desertificación: el 49% del territorio español puede ser incultivable en 2041.
En este sentido, el estudio destaca la labor de algunas empresas españolas, como Eroski o Danone, que han empezado a implementar estrategias como la mejora de la eficiencia energética e hidráulica, la transición hacia energías renovables y agricultura ecológica, el eco diseño o la logística sostenible para hacer frente a estos riesgos.
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