Hay una moda en el sector de la generación de energía que poco a poco se está convirtiendo en una nueva tendencia: las instalaciones flotantes. La más novedosa es sin duda la construcción de centrales nucleares en el mar. La tecnología para llevar a cabo estos planes sólo ha sido utilizada por Rusia, que hará historia este año al poner en funcionamiento una central nuclear flotante para abastecer con energía eléctrica a la inhóspita región del Ártico.
La empresa rusa Zavod Baltiysky ya ha comenzado la construcción del Akademik Lomonosov, de una barcaza equipada con dos reactores de 35 megavatios similares a los utilizados en los submarinos. El proyecto está programado para ser entregado al operador de la planta de energía nuclear, la rusa Rosenergoatom, en septiembre, y podría comenzar a operar en la región de Chukotka ya en 2017.
Ahora, siguiendo sus pasos, China estudia la posibilidad de construir centrales nucleares en el mar, en su intento de convertirse en una potencia líder en esta energía hacia 2030, según un informe publicado por el Gobierno chino, que llevará a cabo un estudio de viabilidad antes de tomar la decisión de construir plantas flotantes, según precisó el director de la Autoridad China de Energía Atómica, Xu Dazhe.
Las firmas encargadas de estudiar este proyecto son las estatales China General Nuclear Power Corporation (CGN) y China National Nuclear Corporation (CNNC). CGN, la firma líder del sector en China y la quinta mayor del mundo por capacidad operativa (17 gigavatios) desde 2015, ya anunció a mediados de enero que había llegado a un acuerdo con la petrolera estatal CNOOC, especializada en la extracción petrolífera en alta mar, para desarrollar este tipo de centrales.
Actualmente, China tiene 30 plantas nucleares en activo, con una capacidad total de 28,31 gigavatios, mientras construye otras 24 centrales con una capacidad conjunta de 27,72 gigavatios. El Gobierno aprobó la construcción de otras ocho plantas de generación de energía nuclear el año pasado, por lo que Pekín asegura que cumplirá su objetivo de llegar a los 58 gigavatios de capacidad nuclear hacia 2020, a pesar del parón vivido tras el desastre de Fukushima en 2011.
El mayor proyecto solar flotante del mundo
Mientras tanto, la empresa de electrónica y energía japonesa Kyocera Corp., con la colaboración de Gaia Power, Kyudenko Corp. y Century Tokyo Leasing Corp. (CTL) desarrollarán un proyecto de energía solar fotovoltaica de 92 MW en el suroeste de la prefectura japonesa de Kagoshima, cuya construcción comenzará a finales de marzo 2016.
La inversión inicial estimada saciende a 284 millones dólares, y Kyocera aportará los paneles solares para el proyecto, que generará suficiente electricidad solar limpia para abastecer a más de 30.500 hogares de la localidad una vez que se haya completado. Gaia Power tendrá una participación del 72,7% en la planta solar, mientras que Kyocera, CTL y Kyudenko tendrán un 9,1% cada una. Los 92 MW del parque solar se ubicarán sobre una superficie de 494 hectáreas entre las localidades de Osaki y Kanoya, y será uno de los más grandes de Japón cuando esté terminado.
Kyocera ya tiene uno de los mayores parques solares de Japón en su haber. El grupo de electrónica ha desarrollado un proyecto fotovoltaico de 70 MW en Kagoshima Bay a finales de 2013, y más recientemente dio a conocer sus planes para trabajar con el desarrollador fotovoltaico alemán Photovolt Development Partners en una planta fotovoltaica de 430 MW en la prefectura de Nagasaki, en Japón.
La energía solar flotante es también una tendencia creciente en los EEUU. En marzo pasado, Sonoma Clean Power firmó un contrato para construir un proyecto de 12,5 megavatios "floatovoltaic" - el proyecto solar flotante más grande en EEUU y el segundo en el mundo después del de Yamakura.
La eólica también flota
Y como no hay dos sin tres, la energía eólica también ha comenzado a hacer sus primeros pinitos, tras la prueba exitosa de la turbina flotante WindFloat de 2 MW desarrollada por WindFloat. EDP Renovables (EDPR), Mitsubishi Corporation (a través de su filial Diamond Generating Europe), Chiyoda Corporation (a través de su filial Chiyoda Generating Europe), Engie y Repsol anunciaron en noviembre un acuerdo para establecer un parque eólico marino flotante en la costa norte de Portugal, conocido como el proyecto WindFloat Atlantic (WFA).
Está previsto que el proyecto, ubicado a 20 km de la costa de la localidad portuguesa de Viana do Castelo, esté operativo en 2018 y cuente con tres o cuatro aerogeneradores sobre cimientos flotantes, con una capacidad total de 25 MW. El proyecto WFA se beneficiará del apoyo de la Comisión Europea a través del programa NER 300, y del Gobierno portugués gracias al Fondo del Carbono luso. Asimismo, el proyecto ha sido seleccionado en el marco del programa InnovFin del Banco Europeo de Inversiones.
El consorcio usará la tecnología WindFloat, un sistema innovador de cimientos semisumergibles desarrollado por Principle Power Inc. Esta tecnología ya se aplicó en el primer prototipo de esta clase, denominado WindFloat 1, ubicado cerca de Póvoa do Varzim. Éste consta de un aerogenerador comercial Vestas V80 de 2 MW erigido sobre un cimiento flotante WindFloat para aerogeneradores marinos.
El prototipo ya ha producido más de 16 GWh a lo largo de sus casi cuatro años de explotación, demostrando un rendimiento excelente incluso en condiciones meteorológicas extremas. Sus exitosos resultados han sido fundamentales para la creación de este consorcio y el lanzamiento del proyecto WindFloat Atlantic, cuyo objetivo es demostrar el potencial económico y la fiabilidad de esta tecnología y dar un paso adelante hacia su comercialización.
Este proyecto representa un avance clave en el posicionamiento de la tecnología WindFloat como líder en el ámbito de la generación de energía eólica marina en aguas profundas.
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