El Consejo Superior de la Energía (CSE) francés ha aprobado nuevos y ambiciosos objetivos de energía verde que incluyen metas muy audaces para la energía fotovoltaica, la eólica terrestre, la hidroeléctrica e, incluso, la eólica marina, al tiempo que ha anunciado que no habrá cierre de plantas nucleares planificadas antes de 2019.
En las próximas semanas, el gobierno publicará un decreto con objetivos de capacidad de energía renovable, que pondrá en práctica los objetivos generales establecidos en la ley de transición energética de Francia y permitirá a las empresas como EDF y Engie así como a otros jugadores pequeños y extranjeros tener una idea más clara sobre los volúmenes y las condiciones futuras.
La ley de energía - votada el pasado verano - especificaba que el 40% por ciento de la producción eléctrica francesa debe provenir de fuentes renovables para el 2030, mientras que la proporción de la energía nuclear debe caer desde el actual 75% a 50% por ciento en 2025. La trayectoria hacia estos objetivos se establece por decreto.
El Consejo Superior de la Energía (CSE), un organismo consultivo de la industria, aprobó el viernes por una gran mayoría redoblar los esfuerzos de la capacidad eólica terrestre, que pasará de los 15.000 MW previstos para 2018 a unos 25.000 MW en 2023, según un documento al que tuvo acceso Reuters. Un proyecto anterior fijaba el objetivo en 23.300 MW.
"El proyecto aprobado nos permitirá duplicar la capacidad eólica terrestre de Francia para el 2023 y triplicar la fotovoltaica”, dijo el lobby de la energía SER en un comunicado.
Para la energía eólica marina, el CSE aprobó objetivos para aumentar la capacidad hasta 3.000 MW a finales de 2023, desde una objetivo estimado de 500 MW a finales de 2018.
Para la solar fotovoltaica, el CSE aprobó un objetivo de hasta 20.200 MW a finales de 2023 desde una estimación previa de 10.200 MW finales de 2018. También aprobó objetivos ligeramente más altos para la energía hidroeléctrica, una industria madura en Francia, con una ampliación de la capacidad hasta los 26.050 MW en 2023.
A finales de 2015, Francia tenía una capacidad instalada de eólica terrestre de 10.312 MW, sin nada de eólica marina, mientras que la capacidad de energía solar fotovoltaica era de 6.191 MW de potencia y la energía hidroeléctrica de 25.421 MW, de acuerdo con operador de la red RTE.
El año pasado, el 18,7% del consumo de energía francesa fue generada por energías renovables, incluida la energía hidroeléctrica, que representa el 11,4%.
En una entrevista en la televisión, el presidente François Hollande confirmó que quería que la proporción de energía nuclear se redujera al 50% en 2025, pero también dijo que no se cerraría ninguna durante su mandato, que termina en mayo de 2017. Dijo que el primer reactor, en Fessenheim , cerraría a partir de 2019.
El CSE también aprobó modestos objetivos de unos 100 MW para las tecnologías de energía renovable nacientes como eólica marina flotante, geotérmica y el biogás.
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