Francia vuelve a las andadas para retrasar los proyectos de interconexiones eléctricas con España. La Comisión Europea posee un informe, realizado por la consultora belga Tractebel Engineering, filial del grupo energético francés Engie (ex GDF) que deja en mal lugar los proyectos de interconexión al calificarlos de inviables.
En dicho informe el objetivo del 15% de capacidad de interconexión (21,1 GW) para 2030 es totalmente inviable. Para alcanzar una cuota de este calado, el informe propone llevar a cabo varios proyectos de interconexión con Francia, pero también conectarse con Reino Unido e Italia, tal y como adelantó hace unas semanas el diario El Economista.
Todo ello puesto en marcha en 14 años es poco probable ya que por ejemplo, solo para la línea Baixas-Santa Llogaia, el proyecto se prolongó varias décadas. El informe destaca que para alcanzar el 15% el coste de las líneas se dispararía a unos 19.000 millones de euros, y su rentabilidad sería mínima, de unos 1.000 millones para 2030.
Sin embargo deja una puerta abierta a la capacidad de interconexión del 10% para 2020. Tractebel concluye que este objetivo sí sería beneficioso. Algo que ponen en duda desde la Red de Apoyo Mutuo en respuesta a los Megaproyectos Energéticos. "Se centra en un objetivo artificial (10% de interconexión), para el que no existen ni estudios ni evidencias que demuestren que puede mejorar la seguridad y el mercado eléctrico".
El informe de Tractebel propone dos opciones para alcanzar el 10%. En todas ellas, el mínimo son tres proyectos (los dos de la Declaración de Madrid) más un tercero, que puede ser Reino Unido o una tercera línea con Francia.
Y claro, el resultado para Tractebel no es el mismo. Una tercera línea con Francia sería mucho menos rentable si se hiciese el proyecto con Reino Unido. "El objetivo del 10% de interconexión en 2020 no es realista" asegura la Red de Apoyo Mutuo.
Este organismo critica el informe por varias cuestiones, pero sobre todo, cree que se tratan de unos números engañosos.
"Los costes de inversión de varias MAT parecen exageradamente subestimados y carecen de fuentes o referencias y de detalle (impactos ambientales, costes de mantenimiento, etc). De manera semejante, el informe no explicita las fuentes o referencias de los beneficios de los proyectos de MAT (otra caja negra), que parecen muy sobreestimados. **Minimiza los impactos y los costes y maximiza los beneficios sin ninguna transparencia **sobre ambos", critica la Red.
En definitiva, se trata de un informe que ha pedido Bruselas a Tractebel, pero que parece que le importa poco o nada que sea filial de Engie, una empresa francesa con muchísimos intereses en el mercado eléctrico y gasístico europeo.
La presión francesa llega a Bruselas, mientras que en España el lobby brilla por su ausencia. Ahora solo falta que la Comisión Europea se pronuncie al respecto y diga si merece la pena llevar a cabo estos proyectos.
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