Elon Musk y su fábrica de sueños vuelven a ser el centro de atención. Hace un año lo consiguió con su batería Powerwall, hace unas semanas con el Tesla para todos los públicos y ahora con la primera prueba exitosa de su tren supersónico que se desplaza en el interior de un tubo a 1.200 km/h.
Es el Hyperloop, un proyecto que arrancó hace ya dos años y medio y que tiene diseño español, ya que un equipo de 5 estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia ganaron en la competición por el diseño del aparato. Además, también ganaron en la categoría de Propulsión, ideando un sistema sin raíl inferior que supone un ahorro de hasta un 30% en los costes de construcción del tubo.
Y es que este tren futurista consiste en varios tubos al aire libre, de unos 3,3 metros de diámetro y unos 18 metros de largo. En su interior hay vías y electroimanes y unas cápsulas que irán a más de 1.000 kilómetros por hora sobre una bolsa de aire e impulsados por un 'ventilador'. Dentro de esas cápsulas podrían viajar hasta 28 personas o mercancías. Según sus promotores, es una manera de desplazarse de un sitio a otro de forma más eficiente que en avión o tren.
Una carrera por ser los primeros
El guante de Elon Musk lo recogieron dos empresas que utilizan Hyperloop en sus nombres: Hyperloop Transporte Technologies (HTT), e Hyperloop One (también conocida como Hyperloop Technologies), pero es esta última quien está ganando la carrera. No solo por avanzar en el proceso sino por el dinero recaudado para conseguirlo.
La compañía ha conseguido inversiones por valor de 80 millones de dólares (más de 70 millones de euros) entre el operador francés de ferrocarriles SNCF y grandes multinacionales como Arup, KPMG y Deutsche Bahn Engineering & Consulting, entre otros, y se ha adelantado presentando su primer test la pasada semana en una zona desértica de Nevada. Aunque no consiguió las velocidades soñadas en el papel, porque alcanzó solo los 186 km/h, es el primer paso para demostrar la viabilidad del proyecto.
Rob Lloyd, consejero delegado de Hyperloop One, cree que el sistema estará funcionando en 2020, pese a que algunos críticos consideran que eso solo sería posible con un gasto muy superior a los 5.300 millones de euros que Musk anunció que costaría unir, por ejemplo, los 600 kilómetros que separan San Francisco de Los Ángeles. Y Lloyd lo justifica porque Hyperloop no solo pretende ser un transporte ultrarápido sino además barato para los viajeros (se habla de unos 17 euros para un trayecto de 600 kilómetros).
Superando al AVE
Si este prototipo pudiera materializarse en España, los puentes aéreos nacionales y el AVE quedarían relegados a un segundo plano. Por ejemplo, el trayecto entre Madrid y Barcelona, de 621 km, se realizaría en 31 minutos, Valencia-Madrid (357 km) en 17 minutos, Madrid-Sevilla (530 km) en 26 o Barcelona-Cádiz (1.116 km) en 55 minutos.
Aunque las voces críticas se centran en este punto: el exceso de infraestructuras. Hay carreteras, autopistas, redes ferroviarias convencionales, de alta velocidad, aeropuertos en casi cada ciudad española... ¿Cabe alguna más? Según Lloyd, "sí, cabe Hyperloop, porque es más barata de construir". Aunque Elon Musk hubiera tirado por los suelos el presupuesto, las estimaciones actuales del consejero delegado de Hyperloop son muchísimo más bajas aún: para esa misma línea entre San Francisco y Los Ángeles (más de 600 km) el coste supondría unos 14,2 millones de euros, frente a los 68.000 millones que cuesta el tren convencional.
¿5.300 millones o 14,2 millones de euros? Todavía no existe un análisis de coste real, sencillamente porque todavía no es una realidad. Habrá que esperar.
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