Inabensa, participada por Abengoa, ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para un total de 221 trabajadores por un periodo máximo de ocho meses, según la documentación a la que ha tenido acceso Europa Press.
Los centros afectados por esta medida son el de Torrecuellar (Sevilla), con 132 trabajadores afectados, Alcalá de Henares (Madrid) (60), Marqués de Encinares (Madrid) (12), Almaraz (Cáceres) (5), Derio (Vizcaya) (3), Barcelona (2), Murcia (2), Vigo (2) Las Palmas (1), Málaga (1) y Valencia (1).
No obstante, Inabensa comunica en el documento que "continua el periodo de consultas del despido colectivo en que como medida paliativa podría llegarse al acuerdo de suspensiones de contrato que afecten a otros empleados, sustituyendo los despidos previstos, así como que en dicho procedimiento puede llegarse a establecer condiciones que mejoren las legalmente previstas para caso de suspensión, condiciones que pondrían extenderse a este procedimiento".
Esta suspensión temporal empezará a contar desde el 15 de junio, como regla general, hasta el 14 de febrero de 2017. La negociación del ERTE acabó el pasado 31 de mayo y con este documento la empresa actualiza los extremos de la comunicación empresarial inicial del procedimiento, mientras que la negociación del procedimiento del despido colectivo continúa.
La empresa ha previsto una serie de medidas paliativas para atenuar "en lo posible los efectos" de esta medida. En este sentido, ha señalado que se compromete a reducir el tiempo de suspensión de los contratos de los trabajadores afectados en el caso de que se redujeran o desaparecieran las causas que la motivan.
Además promoverá el desarrollo de acciones formativas vinculadas ala actividad profesional de los trabajadores afectados para aumentar su polivalencia o incrementar su empleabilidad.
Profundas reestructuraciones
Inabensa comunica que presenta esta medida "solo después de haber realizado todas las medidas a su alcance para ajustar su estructura y organización a la nueva realidad del mercado". Así, añade que ha llevado a cabo "profundas reestructuraciones" que han conllevado tanto la supresión de centros de trabajo, reorganización de áreas de delegaciones y reestructuración del organigrama de la empresa.
Con esto ha buscado la reducción "en lo posible" de los costes superfluos estructurales en sintonía con la estrategia de ajustes que los tiempos y la situación actuales exigen a todo proyecto empresarial responsable, y, de otro lado, redirigiendo su organización estratégica a satisfacer las actuales demandas del mercado, que se centran sobre todo, en el mercado exterior.
Según explica, la empresa sigue haciendo "lo imposible" para recuperar la actividad en cuando a proyectos a desarrollar en el territorio nacional. De hecho, asegura que "es la mayor preocupación en estos momentos de la dirección de Inabensa".
"Prueba de ello es que ante la caída tan brutal de encargos apuesta decididamente por la preservación y mantenimiento del empleo de su plantilla en la medida de lo posible", subraya, a lo que añade que es necesaria "la reducción temporal de los costes de personal para aminorar los gastos corrientes y adaptarse a la ralentización sufrida por la actividad productiva, objetivo para el cual es un instrumento adecuado la suspensión de contratos de trabajo".
Además, señala que la viabilidad de Abengoa e Inabensa ya permiten prever que parte de la actividad no puede proseguir, "debiendo ajustar su volumen para operar de forma competitiva y sostenible", lo que, a su juicio, "impone igualmente la extinción de contratos de trabajo, como de otros de suministro, obras y servicios ligados directa o indirectamente a proyectos o contratos que no podrán reiniciarse, continuar ni comenzar una vez se alcancen los acuerdos de refinanciación y recuperación de liquidez".
No obstante, confían en poder alcanzar un acuerdo final con los acreedores que permita la recuperación de la confianza del mercado, la estabilización de la posición de liquidez y continuar progresando positivamente en el futuro.
Causas
Inabensa se constituyó en 1994 y, entre las causas para tomar la decisión de suspender el contrato a 221 trabajadores, ha apuntado la crisis económica, la falta de inversión pública y la disminución de la contratación desde 2011 hasta la actualidad.
Además, ha apuntado al deterioro financiero de Abengoa e Inabensa, su situación preconcursal y la paralización del negocio que se ha sufrido a consecuencia de la falta de garantías y liquidez para terminar proyectos o contratos y asumir otros nuevos.
Estas causas han conducido "no solo a un grave deterioro financiero y de liquidez, sino que han determinado una disminución de ingresos, así como pérdidas actuales y previsibles en Inabensa, en todo el grupo Abengoa y en su segmento de ingeniería y construcción".
Abengoa ha señalado también causas productivas, ya que el deterioro financiero por la falta de disponibilidad de nuevas fuentes de financiación ha perjudicado la adjudicación de nuevos proyectos, ha provocado retrasos en proyectos en construcción con exponenciales sobrecostes y ha generado el riesgo de finalización de las obras.
En este sentido, indica que los departamentos afectados por cancelaciones o suspensiones de proyectos son de "toda la sociedad de Inabensa". En cuanto al departamento de desarrollo de negocios, apunta la caída del proyecto UK por valor de 626 millones y el de Oman por valor de 238 millones. También, en territorio nacional, han sido revocados o rescindidos la instalación de baterías condensadores en Sevilla por 70.000 euros o el mantenimiento integral de doce plantas de cartón en España por 250.000 euros.
En la división de transmisión eléctrica, se han perdido contratos con Red Eléctrica España SAU por valor de ocho millones y se ha perdido la adjudicación de ofertas que estando presentadas antes del preconcurso, aún no estaban adjudicadas por importe estimado de 5,5 millones.
La división de comunicaciones ha perdido un contrato con una empresa gestora de un metro por un millón de euros e Inabensa no es invitada a otros concursos dada su situación financiera y económica.
En la línea de negocio de fabricación, el centro de producción de Sevilla ha sufrido cancelaciones de equipos TB05/TB07/TB06 y se observa un descenso importante en la recepción de peticiones de oferta por parte de clientes recurrentes. En el centro de producción de Alcalá de Henares ha sufrido cancelaciones de contratos de Talgo, así como Bombardier, además clientes recurrentes han dejado de solicitarles oferta.
Por último, el departamento de Nuevas Tecnologías e Innovación ha visto como el número de proyectos haya pasado de 19 en octubre de 2015 a diez en la actualidad.
Datos económicos
Inabensa terminó 2015 con número rojos por valor de 12,3 millones de euros, mientras que en el primer trimestre de 2016 alcanza los -19,1 millones de euros. Esta situación de pérdidas, conlleva que "los ingresos por prestación de servicios no son suficientes para cubrir la estructura de costes fijos y en especial los costes de personal".
Según detalla, los costes de personal ha supuesto en 2015 un 18% de los ingresos de la entidad y al cierre del primer trimestre de 2016 se ha elevado hasta el 31%.
Por su parte, el grupo Abengoa terminó 2015 con un resultado negativo de -1.342 millones, y en el primer trimestre de 2016 ha alcanzado la cifra de 338,4 millones de pérdidas. "La situación financiera y económica del grupo, que reflejan las cuentas anuales consolidadas del ejercicio 2015, indica la existencia de una incertidumbre significativa sobre la capacidad del grupo Abengoa para continuar con sus operaciones", apunta.
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