Renovables

Industria apuesta por la eólica y la fotovoltaica para lograr los objetivos de 2020

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El Ministerio de Industria ha hecho público el informe de sostenibilidad ambiental de la planificación del sector eléctrico para el periodo 2015-2020 en el que prevé un fuerte crecimiento de las energías renovables y un retroceso del gas y del carbón. El objetivo no es otro que garantizar el suministro y cumplir con los objetivos europeos de eficiencia, renovables y emisiones del 2020. Para ello, la política energética tendrá que pivotar sobre un doble objetivo: una bajo crecimiento del consumo –acompañado, eso sí, de un crecimiento económico significativo- y un mayor peso de las energías renovables en el abastecimiento energético, sustituyendo a otras fuentes de energía.

El consumo de energía primaria, según  se recoge en el informe, crecerá ligeramente a una tasa media del 1% anual, alcanzando un  total de 130.306 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo) en 2020, mientras que el consumo final crecerá a un ritmo inferior como consecuencia de las políticas de eficiencia energética. Dentro del balance de energías finales, las renovables crecerán el 4,7% medio anual hasta 2020, incluyendo tanto las renovables para generación eléctrica como los crecimientos del consumo de biomasa térmica, solar térmica y biocarburantes.

Las renovables ganan en generación

En lo que hace referencia a la evolución de la generación eléctrica, el Gobierno prevé que en carbón se mantengan los grupos, a excepción de aquellos a los que se ha comunicado que no seguirán operativos en 2015 y aquellos que previsiblemente no continuarán de acuerdo con la normativa medioambiental en 2020, lo que supondrá un recorte aproximado de unos 1.300 MW. En lo que se refiere a las centrales de fuel, se mantendrán sólo en los sistemas insulares y de forma complementaria a la generación con gas y renovables.

En cuanto al gas, el documento del Gobierno asume la hibernación de 6.000 MW de centrales de ciclo combinado, lo que representa aproximadamente el 18% de la potencia instalada de esta tecnología, con una recuperación de una parte al final del periodo y la entrada en funcionamiento de nueva potencia en los sistemas insulares y de cogeneración. En cuanto a la energía nuclear, se mantiene la potencia actual, dando por sentada la puesta en servicio de nuevo de la central de Santa María de Garoña.

De acuerdo con los objetivos de renovables, el informe prevé un crecimiento de la potencia instalada en las energías limpias en torno a los 7.000 MW, principalmente de eólica y solar, tecnologías que el informe considera más competitivas y eficientes. Según las previsiones que contempla el  Gobierno , la eólica, que será la que más crezca, alcanzará los 27.650 MW de potencia instalada en 2020 frente a los 22.854 MW actuales, lo que suponen 4.796 MW de nueva instalación.

La fotovoltaica será la segunda tecnología con un mayor crecimiento, en concreto, 1.370 MW al pasar de los 4.420 MW actuales a los 5.790 MW instalados al final del periodo y no se prevé que haya cierre de plantas, pese a la reducción de la retribución aplicada por el Ejecutivo. La térmica renovable crece en 274 MW de potencia, al pasar de 980 MW a 1.254 MW, mientras que la tecnología termosolar se mantendrá en los 2.300 MW.

En generación hidráulica no se prevén cambios en las grandes instalaciones, aunque sí entre las pequeñas, cuya potencia instalada crecerá en 198 MW al pasar de 2.102 MW a 2.300 MW al ffinal del periodo. La solar termoeléctrica y la biomasa también registrarán crecimientos, aunque más moderados.

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