La cruel y desastrosa guerra entre Israel y Hamas en la franja de Gaza podría tener en el gas natural a una de las causas del conflicto. Históricamente el petróleo ha sido el origen de la mayoría de las guerras de la era moderna. Desde la Primera Guerra Mundial, la lucha por hacerse con el control del crudo ha ido in crescendo hasta nuestros días. La Segunda guerra Mundial, la Guerra Fría entre EEUU y la URSS, el conflicto de Irán, la guerra de Irak en varios capítulos por no hablar de otros conflictos menores en países productores.
La guerra entre Israel y Palestina viene de lejos, pero desde principios de este siglo el gas natural ha formado parte importante de esta lucha bélica. ¿Por qué?
La petrolera British Gas Group (BG) ganó una licencia de exploración en 1999, que cubría toda la zona marina en alta mar de la Franja de Gaza. BG Group perforó dos pozos exitosos en el 2000 (el Marina Gaza-1 y el Marina Gaza-2) y los recursos estimados se sitúan alrededor de 1 billón de pies cúbicos. Traducido al castellano, suponen 4.000 millones de dólares en gas natural.
Desde esa fecha hasta 2008, BG Group mantuvo buenas relaciones con el Gobierno de Israel, pero finalmente se rompieron las negociaciones. BG sale de Israel y continúa sus trabajos en los campos de las aguas de la Franja de Gaza. Pero decide mantener conversaciones con el Gobierno israelí para no tensar la situación.
Duras negociaciones
Así fue la historia. Ariel Sharon ya dijo en 2001 que no compraría gas a Palestina. En 2003 el por entonces presidente vetó el acuerdo por el que BG iba a vender a Israel gas procedente de los pozos de Gaza.
En 2006, con Hamas en el poder, British Gas estaba cerca de firmar un acuerdo para bombear el gas a Egipto. El primer ministro británico Tony Blair intervino en nombre de Israel con miras a la derivación del acuerdo con Egipto. El año siguiente, en mayo de 2007, el Gabinete israelí aprobó una propuesta por el Primer Ministro Ehud Olmert "para comprar el gas de la Autoridad Palestina". La propuesta del contrato era por 4.000 millones de dólares, con ganancias del orden de 2.000 millones, de los cuales 1.000 millones irían a parar a los palestinos.
Ignacio Landoni
01/08/2014