Renovables

La AIE señala a España como el país más restrictivo en autoconsumo del mundo

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Hace tiempo que el sector de las renovables, los movimientos sociales, las plataformas ciudadanas, las organizaciones de consumidores o los ecologistas denuncian que la normativa sobre autoconsumo en España es una de las más opresivas del mundo, especialmente por su impopular 'impuesto al sol'.

Pero tiene que ser un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), "Review and Analysis of PV Self-Consumption Policies", el que lo confirme, al comparar la política energética de autoconsumo de 20 de los principales países del mundo: Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, China, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, México, España, Suecia, Suiza, Holanda, Reino Unido y EEUU.

Autoconsumo y consumo de la red

Según este informe, "en general, en todos los países se acepta que en el recibo de la luz de los autoconsumidores no se deben incluir los costes del sistema por aquello que no se consuma de la red. Excepto en España, que aplica un impuesto adicional para recuperar una parte de esos costes". Sin embargo, el estudio demuestra que varios países han modificado la estructura de sus tarifas (aumentando en la factura la parte fija y reduciendo la parte variable ligada al consumo), como algunas compañías eléctricas en Australia, o en Francia, que lo están discutiendo.

Incluso en varias regiones de Bélgica se ha aprobado que los consumidores paguen un impuesto extra para asumir una parte de los costes de la red, pero como la legislación incorpora el balance neto, lo que se consigue es una compensación total del consumo de fotovoltaica, ya que esos costes de red adicionales solo pueden atribuirse únicamente a la electricidad que se consuma del sistema eléctrico.

Único en su especie

Pero no solo el 'impuesto al sol' hace que nuestro país sea único en su especie. La AIE señala a España como el único donde el exceso de electricidad fotovoltaica autoproducida "no se paga". De hecho "se considera que la electricidad fotovoltaica no tiene ningún valor en el mercado y se espera que los prosumidores autoconsuman toda su producción".

El resto de países se reparten entre diferentes modalidades de pago. Por un lado, países como China, la región belga de Bruselas, Alemania, Italia, Suecia y Suiza, donde el exceso de electricidad fotovoltaica obtiene un valor relacionado con el precio del mercado mayorista de la electricidad, en algunos casos con un bono (o una penalización ya que la negociación en el mercado tiene un precio).

Review And Analysis Of PV Self-Consumption Policies

Por otro lado en Brasil, algunas jurisdicciones canadienses, Israel, México, Holanda, otras regiones belgas y varios estados de los EEUU, el exceso de electricidad autogenerada se retribuye al precio de venta en el mercado mayorista.

En el caso de Dinamarca el exceso de electricidad fotovoltaica se paga con una tarifa regulada (FIT), y solo en Reino Unido la electricidad que se vierte a la red obtiene un valor más alto que el precio de venta de la electricidad.

Pero hay más. Es cierto que los impuestos específicos al autoconsumo están comenzando a ser incorporados en algunos países con el objetivo de compensar los costes ahorrados con el balance neto (en Bélgica, por ejemplo), pero según dice el informe "el impuesto al sol español es el único ejemplo de un impuesto específico solo y exclusivamente para los autoconsumidores".

¿Y a quién beneficia la normativa española de autoconsumo? No hay sorpresas. Para la AIE, la modalidad A, el 'autoconsumo con limitaciones', la que solo ha elegido el actual gobierno en funciones, "produce un impacto positivo para las compañías eléctricas. No hay compensación económica por el exceso de energía fotovoltaica vertida a la red, los agentes del mercado eléctrico la reciben de forma gratuita y además, la cuota que deben pagar los autoconsumidores compensa parcialmente las pérdidas relacionadas con los costes del sistema".

Como conclusión, la Agencia advierte que en el estudio se ha hecho una evaluación económica de los distintos modelos que los países han elegido para desarrollar el autoconsumo pero no incluye muchas de las ventajas asociadas a la fotovoltaica como la reducción de las emisiones de gases contaminantes, la moderación de los precios de la energía, una mejor gestión de los recursos naturales, la creación de empleo, la seguridad energética, la productividad industrial y la competitividad, la reducción de la pobreza (al poder acceder a la energía y ser más asequible) y una reducción del gasto público relacionado con el sector.

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Un comentario

  • jorge

    jorge

    29/04/2016

    Quizás haya que incluir en el artículo que España es el país donde más políticos (legisladores) se colocan posteriormente en los consejos de administracion de las grandes eléctricas con sueldos más que grandiosos para entender el porqué sucede ésto... Vergüenza!

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