La dependencia española del gas natural procedente de Argelia ha llegado a límites insospechados. El pasado enero las importaciones de gas natural procedían de este país del norte de África en un 62% del total. Un porcentaje que debería encender las alarmas ya que hasta ahora la dependencia era del entorno del 50% y mes a mes ha ido aumentando hasta estos niveles.
Cada vez llegan menos barcos a nuestras plantas regafisicadoras. Esta es la principal novedad en el informe que ha presentado la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Las importaciones de gas natural licuado se han desplomado un 42%.
En total, las importaciones netas de gas natural se situaron en 27.504 gigavatios hora (GWh) en enero, lo que supone una caída del 22,1 % con respecto al mismo mes de 2014.
Cores ha advertido de que los datos de 2014 y 2015 “no siempre son comparables” debido a que, en adaptación de la normativa europea, los contratos de tránsito de gas desaparecen como concepto y pasan a considerarse como importaciones y exportaciones habituales.
Otros proveedores significativos de gas natural han sido el 8,8 %, de Nigeria; el 8,4 %, de Noruega, y el 8,3 %, de Catar, mientras que las exportaciones se concentraron en Portugal (65,2 % del total), Malasia (23,2 %) y Corea del Sur (10,6 %).