España sigue siendo una potencia renovable a nivel mundial pero nadie sabe hacia dónde va, es necesario una planificación a medio o largo plazo en materia energética, al menos hasta 2030, ha asegurado Laurence Tubiana, CEO de European Climate Foundation, durante la Jornada Empresas y Sostenibilidad Energética de la Fundación Renovables. Y entre las medidas a incluir propone integrar la economía circular, la eficiencia energética y una mayor presencia de las renovables para luchar contra el cambio climático.
Además la experta ha señalado que las empresas españolas cuentan con un alto prestigio en calidad tecnológica y en medidas de sosteniblidad, mucho más que otros países. De hecho, considera que no están tan ‘desnortadas’ pese a la falta de una política clara en materia energética. “Cuando voy a cumbres internacionales hay muchas empresas españolas muy respetadas (mucho más que las de otros países) y están muy bien orientadas”, ha explicado, “incluso grandes corporaciones españolas defienden en estos ámbitos internacionales la implementación de medidas para favorecer el desarrollo de las renovables”.
Respecto al cumplimiento de los Acuerdos de París por parte de la Unión Europea, Tubiana ha recordado que “el tren ya ha pasado, ahora hay que estar en el vagón y toca hablar de medidas concretas, en materia tecnológica, en inversión, finanzas, y que se traduzca también en medidas sociales”. Además, “es muy importante movilizar a los países emergentes y a los actores de estos países que ven las cosas diferentes, como ha ocurrido en Sudáfrica, donde viven tensiones sociales y políticas muy fuertes, pero la sociedad civil, las autoridades locales y las empresas están trabajando en una transición energética con un objetivo claro, la descarbonización”.
Por eso, para Tubiana, “Europa tiene que recuperar el liderazgo, sin olvidar al resto de actores, y ver cómo se pueden ayudar los unos a los otros”. Y en relación a ello, ha criticado duramente el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE, “se debería reformar su funcionamiento, aunque por el momento juega su papel, y eso que la industria de los combustibles fósiles lo tienen bajo su control”. Por eso ha propuesto que “los derechos de emisión tienen que tener otro diseño, se tienen que regular en función de cuántas renovables queremos hacer, y siempre bajo las consignas de una política industrial, un sector con un exceso de emisiones que ahora tiene en su poder demasiados derechos para emitir gases contaminantes”.
Pero además, propone un pensamiento político más integrador, que incluya la seguridad energética europea y una reforma del mercado eléctrico, porque si no, nunca va a funcionar el mercado ETS, y estará a los vaivenes de las presiones de las empresas que quieran aprovecharse.
Respecto a las nuevas políticas de la Administración Trump, la experta no puede asegurar que EEUU quiera cumplir con los objetivos 2025 que se aprobaron durante el gobierno de Obama. “No podemos esperar mucho tras ver las señales políticas de Donald Trump”, ha asegurado, “lo más probable es que EEUU no va a ser un país activo en incorporar las medidas para luchar contra el cambio climático”.