Eficiencia

La rehabilitación energética de edificios, la gran solución europea para reactivar la economía

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La Unión Europea lo tiene claro. La rehabilitación energética de los edificios existentes es una opción "beneficiosa para todos", un win-win para la economía del Viejo Continente en su conjunto. Así lo dice el último informe publicado "Energy Renovation: The Trump Card for the New Start for Europe".

Y no solo por lo que supone en ahorro de energía, sino por su importancia para el sector de la construcción. Solo en 2011, más de 11 millones de personas trabajaban directamente en este sector, cinco veces más que en el sector energético (gas, electricidad y calor). La construcción era responsable del 7% del PIB de la UE.

En los últimos años el impacto de la crisis financiera y económica ha sido muy diferente entre los Estados miembros. Por ejemplo, en aquellos territorios donde la construcción de nuevos edificios residenciales contribuye enormemente a la economía del país, el sector ha perdido hasta el 60% de sus puestos de trabajo desde el inicio de la crisis, mientras que en otros el impacto ha sido más limitado.

En la actualidad, el informe señala que las actividades especializadas en rehabilitación energética representan dos tercios del empleo total en la construcción. Esto incluye toda la cadena de valor, desde la fabricación de productos químicos, metales y equipos hasta las actividades profesionales, técnicas y científicas. Y además, son las pequeñas y medianas empresas las que constituyen la columna vertebral de este subsector, por lo que la renovación energética de los edificios existentes debería aumentar considerablemente y así contribuir más aún a la economía de la UE.

Los edificios son el mayor consumidor individual de energía. Su participación en el consumo total de energía final fue del 40% en 2012, lo que significa que son responsables del 38% de las emisiones totales de CO2 de la UE. Y aunque las políticas de eficiencia energética desde 2007 han reducido el consumo final de energía del parque de edificios residenciales en un 2,5%, el consumo de energía per cápita ha aumentado.

De ponerse en marcha este plan, una de las consecuencias más directas sería la reducción de las importaciones de energía, que fueron 2,5 veces superior a la balanza comercial de los 28 países miembros entre 2013 y 2014. Solo en gas, el 35% de las importaciones se destinan a calentar las viviendas, lo que equivale al 68% del consumo total de gas de la UE-28 en 2012.

Si se redujeran el déficit de la balanza energética, se liberarían los recursos financieros que se destinan a la compra de gas y podrían destinarse a una mayor inversión dirigida al crecimiento, la innovación y el empleo en Europa. Esto es especialmente significativo en los países del Este y del Báltico que tienen un PIB per cápita inferior a la media de la UE y que están más expuestos a las interrupciones de las importaciones de gas procedentes de Rusia.

Pobreza energética

En el informe también se incluye un capítulo especial a la pobreza energética, a los hogares más vulnerables que se ven afectados por la ineficiencia del parque inmobiliario y por el aumento de los precios de la energía. Según datos de 2012, el 11% de la población no podía mantener sus hogares calientes en el invierno y el 19% vivía en viviendas que no se podían mantener cómodamente frescas en verano. Una situación que se acentúa en aquellos Estados miembros con un PIB per cápita inferior a la media europea, donde más del 30% de la población se incluye en población vulnerable y donde la energía representa casi el 20% del gasto total de los hogares.

Por eso, la Unión Europea ve necesario establecer un plan de renovación de edificios, que elimine progresivamente los edificios ineficientes y al mismo tiempo garantice una recuperación económica sostenible del sector de la construcción.

Sin embargo, solo será posible sólo si las soluciones propuestas son técnicamente y económicamente viables para todos los agentes del mercado.

Plan de rehabilitación energética europeo

Por todo ello, Europa quiere un plan común para todos los países miembros que necesita de una estructura de gobernanza clara, coherente y descentralizada con responsabilidades bien definidas. Se necesitaría crear un sistema que dé prioridad a la mejora de la eficiencia energética de los edificios primero y que después monitoree el progreso.

Un plan que debe basarse en los objetivos de la UE 2020 relacionados con la lucha contra el cambio climático, la energía, el crecimiento, el empleo y las políticas de cohesión. La transparencia desde la Administración Pública y los datos sobre los costes para la rehabilitación y renovación deberán ser fundamentales y para ello, se utilizarían portales-web de código abierto accesibles a todos los agentes del mercado.

Como esa fuerte inversión no podría salir del bolsillo de los ciudadanos, el informe sugiere que se echaría mano de los fondos de cohesión y de los fondos nacionales existentes. Pero no solo. Podría complementarse y maximizarse con subvenciones a préstamos preferenciales que combinen fondos públicos y privados para apoyar la renovación energética de las PYME.

Innovación tecnológica

Con este plan, no solo se revitalizaría el sector de la construcción también estimularía una una nueva ola de innovación tecnológica. Para reducir los costes, el informe señala que es necesario desarrollar kits de renovación energética adaptados a cada período de construcción, zona climática y tipo de edificio, además de la creación de componentes y sistemas modulares "plug-and-play" totalmente integrados con avanzadas técnicas de topografía 3D, y materiales de aislamiento innovadores.

La calefacción central, por ejemplo, está muy extendida en la mayoría de los países de la UE, por lo que es necesario aislar los edificios, sustituir los sistemas de calefacción por las mejores tecnologías disponibles y utilizar soluciones de energía renovable cuando sea posible si se quiere reducir las necesidades energéticas y su impacto climático, y es ahí donde la tecnología y el I+D puede marcar el antes y después de una Europa cada vez más eficiente.

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