Aunque muchos son los expertos que aseguran que no hay casi ninguna mina de carbón rentable en el territorio español, y que por tanto se cerrarán a finales de este año, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, ha afirmado que, “el número de mineros que queda en activo están prácticamente en las minas que son rentables, y las ayudas que quedan son mínimas, son unas cantidades insignificantes respecto a lo que se aportó en el pasado”.
“Todas las minas han recibido subvenciones y deberían haber saneado sus cuentas, pero la realidad es que ninguna es rentable y por tanto, cuando finalice este año, deberán cerrar todas, no tienen ninguna otra salida a no ser que Energía saque alguna sorpresa de última hora”, contradice al ministro Jose Luis García Ortega, responsable de Energía de Greenpeace, “como mucho podría quedar alguna mina a cielo abierto junto a la central térmica de Andorra, pero ni tan siquiera, porque con la aprobación de la nueva normativa europea que limita aún más las emisiones hasta los 550 gr. de CO2/kWh para las grandes instalaciones de combustión, entre ellas las de carbón, tendría realizar costosas inversiones en mejoras técnicas y Endesa ya ha dicho que no está por la labor”.
El plazo para cumplir con los nuevos niveles de emisión fijados, más estrictos que los establecidos por la actual Directiva de Emisiones Industriales, es de 4 años, “lo supone en la práctica que el Gobierno deberá aprobar un nuevo PNT (Plan Nacional Transitorio) y si Endesa no invierte para actualizar su central, esas minas que podrían mantenerse en activo se quedarían sin cliente, por lo que tendrían que cerrar también”, añade García Ortega, “además, respecto a las ayudas al carbón, no se va a poder alargar una decisión que Europa ya aplazó en 2014 hasta 2018 por las presiones de España, Alemania y Polonia, y si se inventan otro concepto para perpetuar el carbón deberán tener cuidado porque Europa lo mirará con lupa”.
Pero Nadal también ha hecho referencia a los cambios en la factura de la luz a partir de entonces: “Es importante el hecho de que no dar ya ayudas a la minería hace que los precios del carbón sean competitivos, y ayuda a bajar el precio de la luz, y mientras sea competitivo el carbón se puede utilizar para producir electricidad en tanto en cuanto entre dentro de los márgenes de emisiones de CO2, cosa que se hace más compatible si tenemos energía nuclear en el triángulo”.
“Es cierto que en un mundo ideal es mejor funcionar sin ayudas”, explica Francisco Valverde, analista y experto en el sector eléctrico, “pero el carbón de fuera es más barato y mejor, por lo que, cuando se quiten las ayudas al carbón autóctono, la única razón para que baje el precio de la luz es que esa partida desapareciera de los costes del sistema eléctrico”.
En cualquier caso, Valverde añade que “suprimir 2 o 3 GW de potencia térmica de carbón no afectaría al sistema eléctrico tal y como está ahora, incluso si prescindiéramos totalmente mientras añadimos más potencia fotovoltaica con seguimiento tampoco, porque la demanda eléctrica nocturna podría tener otra tecnología de respaldo, como es el gas, que según las previsiones sus precios irán a la baja con la sobreproducción que se espera de EEUU”.
Mientras los sindicatos y los políticos regionales crean un frente para la supervivencia del carbón, las alternativas económicas para las cuencas mineras empiezan a ser visibles.
“Este verano he estado en una antigua zona minera, y he visto que el turismo, entre otras muchas actividades porque también se localiza actividad industrial y otro tipo de servicios, es una alternativa real que se ve”, ha señalado Nadal durante su visita a Fitur, “muchos fondos mineros, los Fondos Miner, se han utilizado para la promoción de instalaciones turísticas, no solo públicas sino también privadas, y se puede ver, por ejemplo, en Cangas de Narcea que se ha vuelto a cultivar vino y de calidad”.
Pese a todo, los sindicatos siguen en sus trece. Han dicho que plantearán una apuesta por el futuro del sector del carbón más allá de 2018 y la reactivación de las comarcas mineras, el mantenimiento de una producción de carbón autóctono y asegurar su uso en las centrales térmicas de generación eléctrica y presentarán sus propuestas en la próxima reunión que mantendrán con el Ministerio el próximo 30 de enero.