China se ha convertido en un destacado líder mundial en energía renovable. La inversión en fuentes de energía limpias ha pasado de 39.000 millones a 111.000 millones de dólares en apenas cinco años, mientras que la capacidad de energía solar fotovoltaica se multiplicó por 168 veces y la energía eólica se cuadruplicó. La utilización de energía renovable real también creció. El porcentaje total de combustibles no fósiles en el consumo de energía primaria aumentó del 8,3% en 2010 al 12% en 2015, superando la meta del país del 11,4% y poniendo a China en el buen camino para cumplir con su compromiso en Copenhague de llegar al 15% en 2020, y el de París, por el que pretende lograr el 20% en 2030.
Al igual que otros países, China se enfrenta a los retos que plantea la transición energética hacia un sistema eléctrico bajo en carbono. Y un problema importante es la "restricción", lo que significa que las redes eléctricas no utilizan energía renovable, incluso cuando el viento y plantas de energía solar son capaces de producirla. Cerca del 10% de la capacidad solar se mantuvo sin explotar durante la primera mitad de 2015, mientras que alrededor del 15% de la energía eólica se desperdicia durante todo el año. En regiones como Gansu, Ningxia, Heilongjiang, Xinjiang y Yunnan, la situación es mucho peor.
Ley de Energía Renovable de China prohíbe la restricción, pero el problema persiste, en parte por razones técnicas. Sin embargo, una gran parte del problema no es técnico. En la práctica, las plantas de energía de combustibles fósiles tienen prioridad sobre las energías renovables, dejando menos espacio para la energía solar y eólica en un país con un gran exceso de capacidad de generación a carbón. También hay una falta de claridad sobre la forma en que el mandato de integración de las energías renovables se debe hacer cumplir. Un mejor diseño y la implementación de políticas adecuadas pueden ayudar.
Las medidas
En los últimos dos meses, el gobierno chino ha lanzado tres medidas para abordar el problema:
1. Prohibir la construcción de nuevas centrales de carbón.
El gobierno central ha ordenado a 13 provincias suspender las aprobaciones de centrales eléctricas a carbón en el sistema, y a otras 15 provincias, retrasar la nueva construcción de proyectos que ya han sido aprobados, de acuerdo con informes de los medios.
El gobierno también ha establecido un mecanismo de alerta temprana para anticipar y desalentar las decisiones locales que puedan exacerbar la sobrecapacidad eléctrica de carbón en el futuro. De cara a las centrales proyectadas para 2019, el gobierno ha emitido una "alerta roja" en 28 provincias, pidiendo a las autoridades locales que suspendan su homologación y a las empresas que reconsideren la inversión. Al frenar el desarrollo de nuevas centrales térmicas de carbón, la principal fuente de energía eléctrica de combustible fósil en China, el gobierno tiene como objetivo evitar la competencia destructiva con las energías renovables.
2. Instrumentación de normas de gestión que garanticen la venta de generación de energía renovable a la red.
Las normas de gestión emitidas en marzo establecen una garantía de compra mínima anual para la generación eólica y solar a escala, asegurando la recuperación de coste y beneficio razonable por esos proyectos.
Por primera vez, las normas de gestión estipulan que las centrales de energía renovable sean compensados por las plantas de combustibles fósiles que exprimen su parte de compra garantizada, generando electricidad que debería haberse generado a partir de fuentes renovables. Por encima del nivel garantizado de compra, se anima a las energías renovables para participar en el mercado de producción con precios competitivos.
Dado que las energías renovables tienen bajos costos marginales de generación, el movimiento puede potenciar aún más la generación renovable. Otras energías renovables, como la biomasa, geotérmica, undimotriz o de las olas y la energía solar distribuida, han garantizado la compra de la totalidad de electricidad generada.
La directiva establece también las funciones y responsabilidades de los reguladores centrales y locales, los combustibles fósiles y plantas de energía renovables, y las empresas de la red, proporcionando la claridad necesaria para su aplicación eficaz.
Este es un paso concreto hacia el establecimiento de un sistema de despacho verde que da entrada preferente a las fuentes renovables, eficientes y de bajo carbono, que fue solicitado por el presidente Xi Jinping, en una declaración presidencial EEUU-China conjunta sobre el cambio climático en septiembre pasado.
3. Objetivos de consumo y de generación de energías renovables.
La nueva directiva gubernamental fija un consumo mínimo de electricidad de energía renovable no hidroeléctrica (solar, eólica, biomasa, geotérmica, del oleaje y de las mareas, etc.) Treinta y una provincias tienen ahora objetivos de consumo que van desde el 5% al 13% en 2020 y la creación de incentivos para las autoridades locales para integrar las energías renovables.
Al mismo tiempo, la directiva obliga a las compañías eléctricas a generar al menos un 9% de la electricidad procedente de fuentes renovables no hidráulicas para el año 2020, casi el doble de la cuota de generación en cinco años (ver gráfico). También establece la intención de desarrollar un sistema de comercio de certificados de energía renovable, donde las compañías eléctricas pueden vender o comprar energía renovable como una forma de cumplir con el requisito antes mencionado.
Hacia una alta penetración de las energías renovables
En su conjunto, las últimas acciones son un paso significativo para que se desperdicie menos energía renovable en China. También reflejan el intento del gobierno para aprovechar el poder del mercado para hacer frente al desafío.
Para solucionar el problema, el gobierno tiene que seguir de cerca y evaluar la aplicación y la eficacia de estas medidas, y si es necesario, reforzarlas con decisión. El gobierno ha mostrado una toma de conciencia de la necesidad de la aplicación de una política ambiental fuerte, y ha comenzado a tomar medidas en este sentido.
Yendo más allá del objetivo de 2030, un grupo de altos expertos en energía concluye que China tiene una oportunidad de luchar para lograr una alta penetración de las energías renovables , donde estas lleguen a representar más del 60% del consumo de energía primaria y el 85% del consumo de electricidad en el año 2050. Y estos objetivos solo se podrán alcanzar si China aplica políticas agresivas para respaldar la energía renovable en cada momento. Los últimos acontecimientos dan razones para pensar que China podría estar en el buen camino.
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