Que el presidente Donald Trump es un amante de los combustibles fósiles no es una novedad. Siempre ha defendido a la industria del petróleo y el gas para lograr su objetivo de convertir a EEUU en un país independiente energéticamente hablando.
Ya ha dado varios pasos para impulsar la industria tanto del carbón como del petróleo con la puesta en marcha del oleoducto Keystone XL. Pero ahora Trump va a probar una serie de órdenes ejecutivas con las que pretende dar el campanazo para la industria de extracción de combustibles fósiles.
Según cuenta la Agencia Reuters, Trump firmará una orden para que las petroleras puedan explorar y perforar tanto en tierra como en mar en busca de petróleo y gas.
En esa misma orden, Trump dará alas para que las petrolera puedan incluso pinchar en aguas profundas de EEUU, algo que desde el gran derrame de petróleo de BP en la costa del Golfo de México se puso muy complicado de llevar a cabo.
Este plan podría chocar con el plan de Obama, pero la Administración Trump asegura que el anterior presidente hizo lo mismo para impulsar la industria del fracking en EEUU. Llegó a proteger 1,6 millones de acres para su explotación
El principal cambio vendría de la mano de regresar a explorar en aguas profundas tanto del Océano Ártico como del Atlántico.
El plan haría despertar del letargo a la industria petrolífera de EEUU que en los últimos años se ha inclinad más por los proyectos de fracking que por los de aguas profundas.