¿Cuánto es más limpio un vehículo eléctrico respecto a uno convencional, movido por combustibles fósiles? Esa es la pregunta que se ha hecho el equipo de Bloomberg New Energy Finance y ha llegado a la conclusión de que depende de cómo se carguen las baterías que alimentan el motor eléctrico.
En aquellos países que utilizan fuentes de energía bajas en carbono como las renovables o la nuclear, los vehículos eléctricos suponen una reducción drástica de las emisiones, pero en aquellas regiones donde la mayor parte de la generación eléctrica proviene del carbón, como China, la diferencia es mucho menor.
Mientras que un vehículo eléctrico en promedio puede contaminar la mitad de lo que lo hace un coche de gasolina o diesel, las diferencias son enormes. Por ejemplo, con datos del año pasado, la energía que alimenta la batería del coche eléctrico en China fue sólo un 15% más limpia que la de un coche alimentado por combustibles fósiles.
"En los países con grandes cantidades de carbón en el mix de generación, cada día los vehículos eléctricos ganan popularidad, pero el beneficio es más pequeño y depende de cuándo y dónde se lleve a cabo la carga", explica Colin McKerracher, jefe de análisis de movilidad avanzada de Bloomberg New Energy Finance.
Los investigadores de Bloomberg LP y la Union of Concerned Scientists han analizado la contribución definitiva de que los coches eléctricos hacen a las emisiones y han encontrado que en promedio son 40%-50% más limpios que los de gasolina o diesel.
Esas estimaciones -y proyectando un posible futuro sobre la evolución de la generación de energía y los gases de efecto invernadero- sirven para entender cuál será la aportación al calentamiento global que venga del transporte en las próximas décadas.
Además, el futuro pinta coche eléctrico. Las ventas han subido un 44% en la primera mitad del año y 2016 puede terminar con un récord de 647.000 unidades vendidas en todo el mundo, según las previsiones de BNEF. Los fabricantes Toyota Motor Corp. y General Motors Co. se están uniendo al afán del creador de Tesla Motors Inc., Elon Musk, para desarrollar nuevos modelos cada vez más competitivos en tecnología y precio. Les sigue la alemana Volkswagen AG, que planea producir tres millones de ellos al año en la próxima década, y con mayor capacidad. De hecho ya ha anunciado que presentará, en el Salón del automóvil de París este mes, un prototipo para el año 2018-19 con un rango de 400 a 600 kilómetros de independencia, suficiente para la mayoría de los conductores.
Puede que este tipo de vehículo sea el doble de limpio que un convencional cuando se alimente de una red eléctrica con gran cantidad de renovables, pero el mismo coche en un país donde triunfa el carbón, la mejora puede ser solo del 20%. Es cierto que estos cálculos se basan en la situación actual, pero está cambiando a un ritmo frenético porque la mayoría de los países están apostando por un mix energético cada vez más limpio, con menos emisiones de gases contaminantes, y además también debido a las directivas y normativas que obligan a los fabricantes a hacer motores más eficientes y de más bajo consumo.
Cada país tiene un mix energético diferente. Por ejemplo Noruega genera casi toda su electricidad a partir de centrales hidroeléctricas alimentadas por sus increíbles ríos montañosos. Un porcentaje parecido lo tiene Francia, donde más del 90% de la electricidad es de origen nuclear, con parte de energías renovables y además, la brecha entre la contaminación de los coches convencionales y la de los vehículos eléctricos se reducirá en la próxima década porque los motores de combustión fósil son cada vez más eficientes y limpios.
En China, las emisiones de gases contaminantes de los automóviles están disminuyendo al mismo ritmo que los de la industria de la energía, por lo que los vehículos eléctricos serán una buena opción en muy poco tiempo. Allí, como en la India, Alemania y España, las plantas solares y los parques eólicos están aportando cada vez más megavatios al mix.
Otra cosa muy distinta es Japón. En el futuro, las emisiones procedentes de la conducción de vehículos eléctricos podrían aumentar porque el Gobierno está fomentando la construcción de nuevas plantas de carbón y gas natural para sustituir las centrales nucleares que quedaron fuera de servicio después del devastador terremoto en 2011.
Pero no será la norma, será la excepción, porque el estudio apunta que aquellos coches eléctricos que puedan cargarse nada más que con energía solar serán casi 11 veces más limpios que la alternativa de combustible fósil, contando con las emisiones producidas durante la fabricación del automóvil y de los paneles fotovoltaicos, según Don Anair, investigador y subdirector del Programa de Vehículos Limpios de Union of Concerned Scientist, "y si se cargan con eólica será 85 veces menos contaminante, debido a que la construcción de turbinas no es tan contaminante con el medio ambiente como los paneles fotovoltaicos".
"Esencialmente, el mix de generación y los motores de combustión mejorarán en los próximos 25 años, pero el futuro es eléctrico", concluye McKerracher.
Alberto González
18/04/2020