Cuando a un español le preguntan qué sector energético tiene mayor falta de competencia no duda: el sector energético (electricidad y gas). Es la principal conclusión de una encuesta que ha realizado la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea a más de 26.000 ciudadanos europeos, a unos 1.000 por cada Estado Miembro. En el caso de España fue Demoscopia la encargada de hacer esta encuesta a finales del año pasado.
En general, los ciudadanos europeos tienen puntos de vista positivos sobre los efectos de la competencia. Sin embargo, la encuesta también revela que la mayoría de los ciudadanos han experimentado algún problema derivado de la falta de competencia.
En el caso de España, los ciudadanos creen en la competencia entre empresas como algo beneficioso para el consumidor. La gran mayoría de los encuestados españoles tienen una opinión positiva de la compentencia y de sus efectos: casi un 90% piensa que la competencia entre empresas permite más variedad de productos y un 87% cree que también favorece que haya mejores precios.
Pero la mayoría de encuestados reconocen que han experimentado algún problema resultante de la falta de competencia. Los sectores más afectados, en el caso de España, son energía (33%), telecomunicaciones (28%) y transportes (16%). En la media europea, este ránking cambia algo: energía (28%), transportes (23%) y productos farmacéuticos (21%).
Esta es la segunda encuesta que realiza Bruselas para conocer la opinión de los ciudadanos europeos sobre la competencia en la economía europea. La primera encuesta se realizó en 2009-2010, y también arrojó un mal dato para el sector energético.
El problema de este punto negativo de reputación corporativa en el sector eléctrico y de gas se debe fundamentalmente a un problema de desconfianza y a una serie de males endémicos difíciles de corregir.
Los principales problemas que se encuentran los ciudadanos por la falta de competencia son los precios altos de los servicios o productos, la dificultad para comparar ofertas, la escasa o nula variedad de productos, las escasas diferencias de precios entre productos o servicios de una misma categoría o que es imposible cambiar de proveedor.
La subida del precio de la luz año tras año desde 2009 y que sea uno de los más caros de Europa hace pensar a los ciudadanos que el sector eléctrico no posee la competencia deseada. Normalmente, un mercado competente es aquel en el que hay muchos actores, algo que en el sector eléctrico español no lo es. Las cinco grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E.ON y EDP) copan buena parte de la distribución y comercialización del sistema eléctrico.
En el caso del gas natural sucede algo parecido, incluso la distribución se reparte entre menos manos aún. El ser pocos actores hace que la sospecha de que los precios altos de la electricidad sean culpa de las compañías, pero en el caso español el problema es que en la tarifa eléctrica hay metidos demasiados costes que no tienen que ver nada con el sistema eléctrico, amén de los altos impuestos.
Según señala la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), organismo que participó en la encuesta cualitativa de la Comisión, los ciudadanos españoles prefieren acudir a la OCU, Facua u otra organización de consumidores antes que al propio regulador, principal organismo de competencia en España, cuando tienen alguno de estos problemas.
Cabe recordar que el sector eléctrico es año tras año uno de los más problemáticos para los ciudadanos. Suele ser de los que más quejas se recibe tanto en la CNMC como en las organizaciones de consumidores.
A pesar de todo esto, el sector eléctrico ha mejorado algo su imagen ya que en 2009-2010 cuando se realizó esta misma encuesta el dato era bastante superior y superaba el 40%. Eso sí, quedan muchas cosas por mejorar dentro del sector.
Han surgido muchas empresas de energía regionales. El problema en estos temas es que muchas veces las empresas pequeñas usan las infraestructuras e investigaciones por las que tanto han obtenido las grandes y pueden reventar el mercado. Esto a la larga es malo para los usuarios ya que no se sigue avanzando en temas de investigación o industria porqué unas pocas empresas con recursos no quieren invertir para que se favorezcan las más pequeñas
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios
Amelia sanchez
14/04/2015