Los grandes amos del petróleo mundial, los países árabes, están cada vez más interesados en participar y competir a nivel internacional en el negocio de la solar fotovoltaica. Hace unos años parecería algo inverosímil pero la realidad ha cambiado mucho.
Algunos de los principales exportadores de petróleo del mundo quieren dominar ahora también el sector de la energía solar. Los países de Oriente Medio y norte de África, bendecidos por luz solar suficiente y espacio abierto, con inmensos desiertos, están implantando cada vez más plantas solares por su territorio. Y las empresas que lo están desarrollando no son europeas, chinas o americanas, son firmas locales relativamente nuevas en el sector de las renovables.
Los analistas dicen que el inicio del éxito de la solar fotovoltaica está en satisfacer la demanda en los hogares, y por eso, alguna de estas empresas podrían convertirse en competidores globales en un mercado de rápido crecimiento para las grandes plantas fotovoltaicas.
“Seguirán creciendo los proyectos solares en todo el Oriente Medio, y sin duda estas jóvenes empresas árabes querrán ser los líderes del mercado en el futuro”, ha advertido Moritz Borgmann, socio de Apricum, una firma de asesoría especializada en estrategia de energía renovable.
Precios bajo mínimos
Uno de los principales alicientes son los costes en energía solar, que han conseguido situarse en mínimos históricos. Por ejemplo, en enero de 2015, un grupo liderado por la saudí ACWA International Power alcanzó el récord por entonces más bajo de la historia, con una oferta de 5,85 centavos de dólar por kilovatio-hora, haciéndose con un contrato para construir parte de una enorme planta planta solar para Dubai Electricity and Water Authority.
Otra compañía renovable, Abu Dabi Masdar , de Abu Dabi y de Arabia Saudita, hizo añicos ese registro en mayo, cuando se ofreció a operar 800 MW solares a 2,99 centavos de dólar por kilovatio hora para otra fase de la misma planta de Dubai.
Los analistas advierten que tras estos ultra-bajos precios no es probable establecer un nuevo récord mundial, y menos en otras partes del mundo. Empresas como Masdar y ACWA pueden presentar las ofertas muy bajas, en parte porque tienen acceso a capital de bajo coste de los bancos regionales y los fondos soberanos.
Las empresas de Oriente Medio están tratando de ganar cuota de mercado y de establecer una trayectoria para la construcción de proyectos de energía solar en la región, según la opinión de Josefin Berg, analista de energía solar senior de IHS. Además, se están incorporando en el mercado en un momento muy oportuno. El coste de la energía solar a escala ha caído en picado en los últimos años. Por ejemplo, en Estados Unidos ha caído hasta un 60% entre 2007 y 2015.
Ventaja local
Estas jóvenes empresas de Oriente Medio tienen a su favor que trabajan en un terreno que conocen, y tienen experiencia en el desarrollo de proyectos de energía y electricidad, explica Dan Reicher, director ejecutivo del Centro Steyer-Taylor de Política Energética y Finanzas en la Universidad de Stanford, por lo que conocen bien y entienden la red eléctrica local, las normativas y las estructuras de incentivos.
ACWA ya operaba en proyectos de energía convencionales en la región cuando se incorporó en el sector de la generación de energía solar hace unos años. Masdar inició su andadura en 2006 siendo propiedad de Mubadala Development Company, una compañía propiedad del gobierno de Abu Dhabi, que suministra electricidad en la península arábiga y en Argelia.
Es verdad que existen diferencias en el funcionamiento y la implementación de grandes proyectos de energía solar, pero es una tecnología relativamente sencilla, y hay muchas semejanzas con el funcionamiento de las plantas convencionales, y lo que no saben, se buscan joint venture con empresas europeas o norteamericanas que conocen bien el sector.
Por ejemplo, para el proyecto de Dubai, ACWA está trabajando con la empresa española de ingeniería y construcción TSK y para la instalación de módulos solares con la estadounidense First Solar. Esta simbiosis es muy beneficiosa para todos, mientras las compañías de Oriente Medio desarrollan aún más sus capacidades, las empresas internacionales mejoran sus probabilidades de entrar en el lucrativo mercado árabe del Golfo Pérsico y del norte de África.