En el planeta hay varias zonas que se convierten en perfectas emboscadas para los ataques terroristas, la piratería o los accidentes. Son los puntos en los que confluye un importante tráfico marítimo, donde miles de petroleros y metaneros transitan diariamente, y están situados en áreas geográficas conflictivas o complicadas. Por eso, para las Marinas de Guerra mundiales son objetivos a defender y a controlar.
Estrecho de Ormuz
Situado entre la costa de Irán y la de Omán, en el golfo Pérsico, por este Estrecho transita cerca de la mitad de las reservas mundiales de petróleo y gas natural. Su anchura es de 39 kilómetros y es sin duda alguna, el punto crítico más importante del mundo, ya que por ahí pasa una quinta parte del petróleo mundial, es decir, 17 millones de barriles de petróleo, mientras sobrevuela la posibilidad de un conflicto bélico por esta zona del Globo.
Es de los pocos cuya profundidad permite el paso de los grandes superpetroleros y diariamente lo cruzan en torno a 14 de esos buques, lo que supone cinco mil tránsitos al año. También lo cruzan 200 millones de metros cúbicos de GNL al año a bordo de grandes gaseros que proceden principalmente de Qatar.
EEUU siempre ha desplegado su Marina de Guerra en este escenario, apoyado por las fuerzas armadas de los países de la zona y Reino Unido.
Estrecho de Bab el-Mandeb
Tiene unos 25 kilómetros de ancho, casi 100 kilómetros de largo y una profundidad de 300 metros. Es la frontera natural de Yemen y de Yibuti y Eritrea al otro lado. Es el acceso al mar Rojo/Canal de Suez desde el Golfo Pérsico y el océano Índico. Los buques que se dirigen a Europa llegan a este Estrecho a través del golfo de Adén, que a día de hoy está sometido a una gran vigilancia por los capítulos pasados del pirateo somalí.
Aunque es el camino de los petroleros a Europa, los de mayor calado no pueden cruzar el Canal de Suez y no van por esa ruta. Aún así, tiene un tráfico anual próximo a los 20.000 barcos mercantes. El riesgo de ser atacados por piratas fue importante hace unos años pero ahora el grave riesgo está en sufrir un posible atentado terrorista, dada la complicada situación en Yemen, inmerso en una guerra civil.
Canal de Suez
Une el mar Mediterráneo y el mar Rojo a lo largo de 163 kilómetros a través de Egipto. Es un canal a veces muy estrecho en algunos tramos por lo que los superpetroleros no pueden pasar por ahí. En 2013, un total de 3.594 petroleros transportaron a lo largo del canal 3,2 millones de barriles de petróleo diarios y 649 buques gaseros.
Antes de llegar al canal deben cruzar el Mar Rojo, que tiene una longitud de 2.200 km y 300 km de ancho entre países con mucha proliferación de grupos terroristas radicales. El tránsito dura unos tres días.
Estrechos del Bósforo y Los Dardanelos
Conectan el mar Negro y el mar Mediterráneo a través del mar de Mármara, en aguas turcas. Por ellos circulan petroleros procedentes de Rusia y de los países del mar Caspio, Azerbaiyán y Kazajstán, que se dirigen a Europa sobre todo. En 2013, transitaron 2,9 millones de barriles de petróleo diario.
El Bósforo tiene una extensión de 28 kilómetros y una anchura media de 1.500 metros. Los Dardanelos es mucho más amplio. Por ellos navegan en torno a 50.000 buques al año, lo que les convierte en uno de los cuellos de botella más transitados del mundo. Sus principales riesgos son los derivados de una navegación peligrosa dada la angostura de los dos pasos, porque una acción terrorista se la considera poco probable.
Los estrechos daneses
Comunican el mar Báltico con el mar del Norte y son la ruta natural que une los puertos de este mar con el resto del mundo. El tráfico que procede de puertos rusos es aproximadamente la mitad, por delante de Noruega y Reino Unido. En los estrechos existen fuertes corrientes, lo que unido a una mala meteorología y la presencia de rocas, hace la navegación peligrosa. El riesgo de un atentado terrorista es bajo pero nunca descartable.
Canal de Panamá
Tiene 80 kilómetros de largo y une el océano Atlántico y el Pacífico. Su sistema de esclusas no permite el paso a los grandes superpetroleros ni tampoco a los modernos metaneros, por lo que el tráfico de petróleo no es elevado. En 2013 se transportaron 800.000 barriles de petróleo por día. Sin embargo, la ampliación del canal abre un tercer carril, con lo que su tránsito aumentará notablemente.
Un posible atentado terrorista es poco probable, ya que es una auténtica ratonera. Como mucho un hipotético y difícil comando suicida, pero se le considera un choke point por la importancia estratégica que representa para EEUU.
Estrecho de Malaca
Entre Malasia y Sumatra, los 700 kilómetros de este Estrecho unen el océano Índico y el mar del Sur de la China, un escenario de enorme valor estratégico. Por él circulan 15,2 millones de barriles de petróleo, lo que supone un tercio del tráfico petrolero mundial, y además es la ruta que utilizan los grandes buques gaseros procedentes de Qatar y otros países. En 2013 se transportaron unos 80 millones de toneladas de GNL. En algunos tramos, este enclave solo tiene una anchura 2,8 km.
Los actos de piratería, robo y robo armado son una constante en estas aguas. En total, en el Sudeste Asiático se produjeron en 2014 más de la mitad de los asaltos de todo el mundo, por lo que representa un serio problema. La inseguridad es bastante preocupante y son los grandes buques petroleros los más atacados. Esos ataques se producen con violencia, y su finalidad es el robo de combustible, que es transbordado a algún buque preparado para ello.
Si el Estrecho está considerado como de alto valor estratégico aún más lo tiene el Mar del Sur de la China, no solo por su tránsito de hidrocarburos sino por las importantes reservas que alberga sin explotar.
Fuente: “Energía y Geoestrategia 2016” del IIEE, Enerclub y Comité Español del Consejo Mundial de la Energía. Ministerio de Defensa.