Política energética

Nadal vs. Nadal: así será la contrarreforma que prepara Álvaro tras desmoronarse la de su hermano Alberto

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En 2013 el Gobierno aprobó el mayor recorte que se había asestado al sector energético. El Ministro de Industria, José Manuel Soria, junto a su mano derecha, principal autor de la reforma, Alberto Nadal, tenían el objetivo de acabar con el agujero del déficit que alcanzaba ya los 30.000 millones de euros.

España, sumida en una crisis, y al borde del rescate, recibió el aviso de los 'hombres de negro' (UE, FMI, etc) y tuvo que hacer recortes milmillonarios en el sector eléctrico así como crear unos impuestos para aumentar los ingresos del sistema.

Cuatro años después, el actual ministro de Energía, Álvaro Nadal, que dio el visto bueno a la reforma de su hermano desde la Oficina Económica de Moncloa, prepara una contrarreforma que dejará temblando los cimientos del sector. Y todo, en buena parte, porque la reforma de Alberto Nadal no ha funcionado como le hubiera gustado. El fantasma del déficit tanto en el sistema eléctrico como gasista está a la vuelta de la esquina.

Es por ello, que ahora Álvaro Nadal, tras la reforma eléctrica de 2013, prepara ahora su hachazo al sector. En el eléctrico, los impuestos del 7% a la producción eléctrica, el canon hidráulico y el de combustible nuclear parecen tener los días contados.

La Justicia tiene que tomar una decisión al respecto en los próximos meses, tanto en España, el Tribunal Constitucional, como en Europa, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Si finalmente España tuviera que devolver ese dinero a las eléctricas y renovables el déficit regresaría por sus fueros.

Estamos hablando de 2.600 millones de euros que ingresa el sistema todos los años, que desde 2013 serían un total de 13.000 millones. En 2019 se espera la decisión del TJUE y probablemente antes la del TC sobre el 7%.

Aun así, Nadal está obsesionado con hacer bajar el precio de la luz en España. Si no tuviera que devolver finalmente esos impuestos, la contrarreforma haría bajar sustancialmente el recibo de la luz a los consumidores, y haría más competitiva a la economía e industria española.

El hachazo de Álvaro Nadal al sector vendrá, como ya hemos dicho, en el sector eléctrico. En un principio, Nadal quiere cumplir con la actual Ley del Sector Eléctrico, que dice que a los seis años puede cambiar los parámetros de retribución tanto de la distribución como del transporte y la generación de renovables, cogeneración y biomasa.

Lo que quiere hacer es revisar los parámetros. El Gobierno puso unos parámetros que a día de hoy son ventajosos financieramente para las empresas del sector. Ahora, los mercados son otros, la prima de riesgo ha desaparecido, no hay riesgo de rescate y las compañías pueden financiarse en mejores condiciones.

Como la retribución está ligada a los bonos españoles, el Gobierno quiere que lo hagan en relación a los parámetros actuales y no a los de hace cinco años. Así, de esa manera prepara un recorte a las renovables que dejará su retribución anual en poco más del 4%, según cálculos de los expertos. Incluso la patronal fotovoltaica UNEF ha calculado que el golpe será de más de 400 millones de euros solo a la solar fotovoltaica. A ello hay que sumar el recorte a la eólica y termosolar.

Luego, encima, la CNMC ha dado las al ministro Nadal para que recorte la retribución a la distribución eléctrica. Si ya había anunciado el Gobierno que lo iba a hacer con la revisión de los parámetros, ahora tiene un doble motivo con el informe de la CNMC que calcula que el sector eléctrico está demasiado bien retribuido. También se espera otro recorte al transporte, es decir, para Red Eléctrica, pero eso está por ver ya que fue la empresa que más se fue de rositas en la reforma de 2013.

En cuanto al gas, el Gobierno se creía que lo tenía todo controlado. Pactó en 2014 con el sector, algo que no hizo con la reforma eléctrica de 2013, unos recortes que eran suficientes para apagar el fuego del déficit, pero ya se ve que no ha funcionado.

El déficit comienza a acumularse en las cuentas del sistema gasista. Ya son cientos de millones de agujero, a lo que hay que sumar la sorpresa del año que no es otra que la sentencia contra la indemnización del almacén Castor que se le otorgó a ACS. Nadal tiene que hacer algo y ya porque si no lo hace, se le puede poner todo en contra y dispararse la factura del gas a los consumidores.

Entonces se ha sacado de la chistera, bajo el paraguas de una Ley contra la sequía, una contrarreforma que asestará un duro golpe a las empresas del gas en España, sobre todo, Gas Natural Fenosa y Enagás. En total, tal y como adelantó este lunes El Independiente, 753 millones de euros de hachazo, que lo repartirá en dos años, 2019 y 2020.

Supuestamente la revisión de la retribución al gas no se debería hacer hasta 2020, pero a Nadal le han entrado las prisas porque la reforma anterior no ha funcionado. Y lo más rápido es aplicar otro recorte.

Ahora, como no tiene mayoría en el Congreso, llama al resto de partidos políticos para que le apoyen en este nuevo hachazo. Así busca que los partidos se retraten y no quede él solo mal con el sector, sino que lo haga todo el hemiciclo.

Se esperan curvas en el sector, nuevos recortes, que seguro volverán a acabar en los tribunales. Buena parte de los casos resueltos en la justicia española han dado la razón al Gobierno, sobre todo lo referido al hachazo a las renovables. A lo mejor es por eso quiere seguir estirando la goma el Gobierno con más recortes.

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