La subasta de renovables del pasado julio ha servido para dar el pistoletazo de salida a un nuevo resurgir de la fotovoltaica en España. Según ha podido saber El Periódico de la Energía, la industria solar española pretende instalar entre 4.000 y 5.000 MW que sumados a los más 3.700 MW que se ganaron en la subasta, supondría casi duplicar la potencia instalada, que, con datos de REE de finales de 2016, se sitúa en 4.674 MW.
La tendencia al alza de la energía solar por fin también ha llegado a España y las subastas han sido el vehículo perfecto para abrir el grifo. Pero el camino que tienen que recorrer las empresas promotoras todavía es muy largo, y antes de que sus propósitos lleguen a ser realidad, deberán superar numerosas barreras, como la adjudicación de un punto de acceso y conexión a la red de transporte, labor que realiza Red Eléctrica (REE).
"En estos últimos años, y hasta que no se han convocado nuevas subastas, Red Eléctrica tenía paralizado al sector fotovoltaico porque no concedía puntos de conexión", señalan fuentes del sector, "aunque realmente quien obstaculizaba ese procedimiento era el Gobierno, quien argumentaba al operador del sistema que primero era necesaria una planificación energética para poder saber cuántos y de qué manera se concedían".
Pero con la llegada de las subastas la situación se ha dado la vuelta porque la disposición del Gobierno respecto a las renovables ha cambiado y se ha abierto la veda. "A partir de las subastas, y sobre todo cuando se vio que ganarían las que ofertaran a precio cero y sin percibir prima alguna, muchas empresas consideraron que no les interesaba presentarse y han buscado financiación para realizar sus proyectos cuya producción fuera directamente a pool", añaden las fuentes.
"En Castilla-La Mancha ya tenemos solicitudes que alcanzan los 5.000 MW fotovoltaicos", reconocen a este diario fuentes de la Dirección General de Industria, Energía y Minería del gobierno manchego, "y nos consta que esas cifras también se manejan en Extremadura, Andalucía y la Comunidad murciana, pero de esos 5.000, poco más de 1.000 MW pertenecen a las empresas ganadoras de la subasta, el resto van por su cuenta, al menos en nuestra región".
"Los promotores están buscando la mejor y más rápida ubicación de sus parques solares, por eso, solicitan los mismos megavatios en todas las autonomías, para no perder oportunidades", señalan las fuentes, "pero no les interesa que sus proyectos superen los 49,9 MW de potencia porque si los superan, los trámites se tendrían que solicitar al Ministerio de Energía y para ellos es como entrar en una caja negra de la que es difícil salir o conseguir algo".
Mientras se resuelven los trámites administrativos, otro de los escollos a resolver es la financiación. Por el momento, la banca reconoce que es mucho más exigente en el apalancamiento o en sus condiciones crediticias con las instalaciones que van directamente a pool sin la protección de la retribución regulada, pero hay otras opciones como son los PPAs (Power Purchase Agreement) que ya se están negociando y que pronto podrían dar sus frutos.
"Hay que ser realistas, de los 4.000 o 5.000 MW que se quieren instalar en España, probablemente lleguen a buen puerto entre 1.000 o 2.000 MW, o en el peor de los casos, varios cientos de megavatios", concluyen las fuentes.
"Es cierto que el sector se ha despertado otra vez", explica José Donoso, director general de UNEF, "las subastas han cambiado la atmósfera en España, y el sector tiene interés en promover nuevos proyectos fotovoltaicos, y visto la competitividad de la tecnología y de la industria española, después de años saliendo al exterior, ahora quieren volver a nuestro país, hay un deseo de invertir en parques solares".
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