Un nuevo informe de Bloomberg New Energy Finance (BNEF) revela que 2017 ha sido un gran año para la emisión de bonos verdes. Como se puede ver en el siguiente cuadro de BNEF, se emitieron un total de 163.100 millones de dólares (alrededor de 131.000 millones de euros) en el conjunto del año, lo que supuso un aumento del 67,6% sobre el año anterior, marcando el quinto año consecutivo con volúmenes de emisión sin precedentes y un nuevo récord.
La tasa de crecimiento anual de los últimos cuatro años, que Bloomberg utiliza como una indicación de las emisiones futuras, ahora se sitúa en el 64%, dijo BNEF. “La emisión anual de bonos verdes no solo superó el hito de los 100.000 millones en 2017, sino lo hizo ampliamente”, dijo el especialista en finanzas verdes de BNEF, Dan Shuey. “A medida que el mercado se expande, el mercado de bonos verdes continúa diversificándose e innovando en todas las clases de activos y tipos de emisores”.
Shuey explica que el excelente año de crecimiento del mercado fue impulsado principalmente por la emisión de nuevas deudas corporativas, representadas por el color rojo en el gráfico. “Empresas de muy variados sectores -desde la generación de energía hasta la electrónica- vendieron bonos verdes para financiar medidas corporativas de sostenibilidad, incluido el desarrollo de energías renovables y mejoras en eficiencia energética”, dice el informe.
BNEF también señaló que los bonos verdes titulizados habían “alcanzado la madurez”, con más de 25.000 millones de dólares en bonos verdes respaldados por activos y con respaldo hipotecario vendidos en 2017, cinco veces el volumen emitido en 2016.
Como es lógico es China la que capitanea este mercado, con un total de 185 emisiones por un monto global de 277.280 millones de yuanes (86.000 millones de dólares), que suponen algo más del 50% del total emitido en el mundo. Pero España también está cada día más activa en este mercado, en el que Iberdrola es, sin duda, la compañía que más trabaja con ello.
La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, fue el mayor emisor de ‘bonos verdes’ a nivel de empresa durante 2016 y realizó todas sus emisiones públicas en este formato a lo largo de 2017, entre las que destaca el ‘bono verde’ híbrido cerrado el pasado mes de noviembre, con el que la empresa inauguró este mercado en España.
Durante el pasado ejercicio también se firmó el primer crédito verde realizado a nivel mundial para una compañía energética, suscrito entre Iberdrola y BBVA por importe de 500 millones de euros, y hace unos días Iberdrola ha cerrado con 24 entidades financieras la extensión y ampliación de dos créditos sindicados multidivisa por valor de 5.300 millones de euros, en la mayor operación realizada en el mundo supeditada a criterios de sostenibilidad.
Esta apuesta por la financiación sostenible se enmarca dentro del compromiso de la energética con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda 2030 de la ONU, que la compañía ha integrado en su estrategia. En concreto, Iberdrola se centra en los objetivos 7 -energía asequible y no contaminante- y 13 -acción por el clima-.
Gas Natural Fenosa ha cerrado el pasado mes de noviembre su primera emisión de bonos verdes por un importe de 800 millones de euros y vencimiento en mayo de 2025.
El Banco Santander, por su parte, ha confiado 32 millones de euros de los fondos de Santander Corporate & Commercial a la británica Battery Energy Storage Solutions (BESS), un proveedor independiente líder de servicios de almacenamiento de energía, seguridad y flexibilidad energética, para ejecutar su estrategia de convertirse en una de los operadores independientes más grandes del Reino Unido de activos de baterías de almacenamiento energético.