Investigadores del City College de Nueva York han desarrollado un sistema para generar energía para aviones u automóviles basada en piezoeléctricos, materiales que transforman la energía cinética del movimiento en electricidad. Los resultados se presentan esta semana en el congreso anual de la división de dinámica de fluidos de la American Physical Society.
Los piezoeléctricos colocados en el techo de un coche o en el fuselaje de un avión para que vibren por efecto de la corriente de aire generada en movimiento, producirían tensión eléctrica. Sin embargo, la energía generada no sería suficiente para reemplazar los motores convencionales, pero sí podría alimentar algunos sistemas tales como las baterías dedicadas a suministrar electricidad para los paneles de control u otros pequeños aparatos electrónicos como teléfonos móviles.
Cuando el dispositivo piezoeléctrico se coloca en la estela de un cilindro, como la parte trasera de un coche, la corriente de aire provoca una vibración por resonancia, explica el profesor Yiannis Andreopulos, director del proyecto. En el techo de un coche, se agitarían de forma más inestable por obra de un tipo de corriente denominada capa límite de turbulencia. Los investigadores están ahora centrados en optimizar estos dispositivos (de 2,5 por 1,25 centímetros), moderando las fuerzas físicas a las que son sometidos en diferentes corrientes de aire. Estos aparatos abren la posibilidad de recuperar de forma continua energía que de otra forma queda malgastada en el medio ambiente.