Pakistán aprieta el acelerador para iluminar el país y acabar con la crónica escasez de electricidad, que dificulta la vida de la población, entorpece a la industria y ralentiza el crecimiento económico.
El primer ministro, Nawaz Sharif, ganó las elecciones de 2013 con la promesa de acabar con los cortes de luz antes del fin de su mandato en 2018, algo que espera conseguir con millonarias inversiones chinas en plantas energéticas de diverso tipo.
El mandatario inauguró ayer una planta de carbón en la región de Sahiwal, en el este del país, con una capacidad de 660 megavatios, que ampliará su capacidad a 1.320 megavatios en junio.
“Nunca antes se había producido tanta electricidad como ahora en Pakistán”, dijo a Efe el portavoz del Ministerio de Agua y Energía, Zafar Yab Khan.
El portavoz indicó que desde 2013 se han añadido unos 6.000 megavatios a la red y antes de final de este año se producirán unos 3.000 más.
Pero, a pesar de ello, la electricidad continua escaseando provocando el malestar entre la población.
La producción, según indica dos veces cada día en Twitter el ministro de la cartera, Khawaja Asif, se encuentra en poco más de 16.000 megavatios, insuficientes para satisfacer la demanda y que provoca un déficit de entre 2.000 y 4.000 megavatios.
El Gobierno paquistaní está construyendo 11 plantas de carbón, tres hidroeléctricas, cuatro plantas solares y tres eólicas que aportarán 11.000 megavatios con un coste de unos 18.000 millones de dólares, financiados por China.
A esas plantas, que en su mayoría entrarán en funcionamiento en 2017 y 2018, se suman la nueva explotación de yacimientos de carbón y la construcción de líneas de transmisión por valor de 3.000 millones de dólares.
Todos esos proyectos son parte del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), una ruta comercial que conectará la ciudad de Kasghar, en la provincia noroccidental china de Xinjiang, con el puerto paquistaní de Gwadar (suroeste), en Baluchistán.
Con todo ello, Islamabad espera acabar con los rutinarios cortes de luz que dejan a oscuras la capital cuatro veces al día y provoca el encendido de generadores diesel para mantener las tiendas y restaurantes funcionando.
Los cortes son tan comunes que en las páginas web de las eléctricas se publican los horarios de los apagones por barrios.
Las cuatro horas de apagones de Islamabad se convierten en seis u ocho en otras ciudades importantes y llegan hasta las 18 en algunas zonas rurales, donde los habitantes no se pueden permitir generadores de gasolina.
Eso donde llega el tendido eléctrico: unos 69 millones de los estimados 196 millones de paquistaníes no están conectados a la red, según Lighting Asia, un programa del Banco Mundial para incrementar el acceso a la energía.
Además, se calcula que la falta de energía le cuesta a la economía paquistaní un 2 % de su PIB y afecta a industrias vitales para el país, como la textil, una de sus principales líneas de exportación.
“Nuestras exportaciones textiles se sitúan ahora en unos 10.500 millones de dólares, mientras que en 2010 eran de 14.000 millones. Es a causa del precio de la energía y de la escasez de gas en invierno”, dijo a Efe el presidente de la Asociación de Telares Mecánicos de Pakistán, Waheed Raamay.
El empresario afirmó que en los últimos dos años los cortes casi han desaparecido en las zonas industriales, no así en las residenciales, pero el alto precio les resta competitividad con otros países de la región.
Mukhtar Ahmed, dueño de una empresa textil que exporta a Europa, Australia y Estados Unidos, tiene un generador de gas, uno diesel y la conexión a la red eléctrica en su fábrica de 7.000 empleados.
“Usamos el de gas, que es el más barato, si hay cortes pasamos a la red estatal y si también falla encendemos el generador diesel que es el más caro”, señaló Ahmed, quien explicó que en su casa de Faisalabad los cortes son de seis horas al día.
El Gobierno paquistaní espera elevar el crecimiento económico y Sharif espera que la electricidad le ayude a convertirse en el primer mandatario paquistaní que logra acabar un mandato en los 70 años de historia de país.