10.00 horas del martes 16 de septiembre. Cuzco. Sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Una cola para entrar a la presentación del nuevo plan de reindustrialización que ni la película El Niño en su primer fin de semana. Ahí empezaba el caos. Cientos de personas para ver al ministro Soria. Media industria estaba repartida en dos salones de actos. La mitad siguieron al ministro por una televisión de plasma. ¡Menuda mañana! Tuvo que pensar más de uno.
El Ministerio convocó a medio Madrid. ¿Por qué? La Agenda para impulsar la competitividad de la industria española lo requería. Había que vender el éxito del plan. Pero un plan que no tiene ninguna dotación presupuestaria pues se queda en papel mojado. Pero ahí estaban todos. Los intereses de unos y otros estaban en juego. Empresarios, presidentes de compañías de primerísimo nivel, patronales, incluso los sindicatos, pero claro, en menor número, estaban todos ahí.
¿Y la prensa? Pues eso, donde pudiese, Es decir, en el suelo y si llegas pronto a lo mejor consigues sitio, y si no a través del plasma. Soria quería vender el éxito a través de los medios. Pero sin contar con ellos. Y lo ha conseguido. Allí estaban las teles, las radios, los periódicos, los digitales, todos los medios económicos. Pero, el ministro no tenía ganas de hablar con la prensa. "Qué raro", decían unos periodistas, "este no quiere que le preguntemos porque esto es papel mojado", decía otro.
La escena fue dantesca. Después de sacar pecho por el nuevo rumbo de la economía española, y haber llegado a un acuerdo con todos los agentes sociales para sacar adelante 97 medidas para impulsar la industria, Soria recibió elogios de los empresarios pelotas y cuando la prensa le esperaba salió corriendo y la prensa detrás por los pasillos del Ministerio. Los periodistas lanzaban preguntas al aire, pero sin respuesta.
Parecía que el Gobierno ya había abandonado las convocatorias a través de plasma y sin preguntas, pero ayer el ministro Soria volvió a recordar a los peores estándares de la comunicación. Después de dos horas, algunos sentados en el suelo, lo mínimo era haber dado alguna explicación. Pero bueno, en otro momento será. Habrá más oportunidades. Será porque el ministro no habla, o a lo mejor es que no estamos acostrumbrados a que Soria haga eso.
santaklaus
18/09/2014