Teresa Ribera era la candidata perfecta para ser ministra en un Gobierno socialista. Todo el mundo dentro del sector energético lo daba por hecho. Pero nada más lejos que eso. Ribera prefiere seguir en el IDDRI, desde donde ha aportado grandes soluciones a los graves problemas de sostenibilidad y medio ambiente que acucian en el mundo.
Fue la protagonista española en la pasada COP21 de París, junto al comisario español Miguel Arias Cañete. Ayudó a la presidencia francesa para resolver el problema que llevaba decenas de años sin resolverse.
Pero, a pesar de que vive la mitad del tiempo en París, también se interesa por lo que sucede en España. Lo que ha sucedido en la última legislatura, la reforma energética del Gobierno del PP, el decreto de autoconsumo y hasta el desarrollo de la última subasta de renovables. De todo ello, ha hablado para El Periódico de la Energía y sus lectores en esta entrevista.
¿Cuál ha sido su papel en la COP21 de París?
Dirijo un instituto qué es un think tank francés concebido hace más de 15 años para pensar por las preocupaciones y saber cuáles son los problemas de la agenda global y ayudar en el proceso de toma de decisiones de sostenibilidad. Creo que hemos tenido una influencia importante en los resultados en la forma en la que se han contestado algunas de las preguntas que se hicieron en la Conferencia de las Partes, pero simplemente somos un _think tank _que ha aportado reflexiones al proceso.
¿Y qué valoración hace del acuerdo?
Creo que hay que hacer una valoración positiva. Creo que es sumamente innovadora en tres cosas que son importantes para la gobernanza global. Era absolutamente trascendental que todo el mundo lo hiciera por convicción y no por imposición. Cómo conciliar los intereses particulares con un interés común era un reto complicado. El acuerdo lo que hace es establecer las reglas, las garantías, para que los intereses particulares sean también de interés general y en ello juega un papel importante la transparencia y la rendición de cuentas. Y la tercera cosa que también creo que es importante es que el acuerdo de París es consciente de que este esfuerzo de transformación tan grande no solamente depende de los gobiernos sino también de la voluntad explícita y sometida a escrutinio público de otros muchos actores. De actores locales y también de actores privados y esto convierte el acuerdo en un verdadero régimen climático donde se tienen que tomar decisiones coherentes.
¿A partir de ahora cuáles son las barreras que se pueden encontrar tras el acuerdo de París?
La barrera más grande es que caiga en el olvido. Esto es una carrera contra el tiempo. Solamente si empezamos pronto y de forma masiva, tendremos una opción de poder cumplir el objetivo final. Por eso serán muy importantes los cinco o seis primeros años. La próxima reunión de Marruecos va a ser una reunión que no tiene el empaque desde el punto de vista de los resultados de París pero es una reunión importante para reorientar bien las prioridades que tocan desarrollar en más detalle y conocer lo que va a venir después.
Y España, ¿cumplirá los objetivos?
Yo creo que España está en una situación compulsa que está viviendo en parte de las rentas de un debate de unos años complicados y que evidentemente todo eso debe ser mejorado. Ha habido problemas de desacoplamiento de determinados objetivos y prioridades sobre todo en el ámbito social. Creo que un proceso de cambio como éste no es tecnocrático ni es de solamente cinco empresas ni hay que que parchear el contexto regulatorio, como se ha hecho. Creo que es un debate social que debe tomar en consideración a colectivos de trabajadores que están en situación de desempleo y a colectivos de consumidores que han visto con horror, y que de hecho ha generado un impacto importante en sus vidas, las subidas de la factura de la luz y que probablemente también del gas. Por tanto hay que pensar en ese proceso de cambio desde el punto de vista de qué supone para la capacidad adquisitiva de aquellos colectivos que están en situación más delicada.
¿Hay que hacer un plan de pobreza energética?
Yo creo que sí. Es curioso además que aquí no ha habido un debate serio al respecto. Ha habido medidas de emergencia de algunas administraciones que de forma solidaria han asumido pagar las facturas de forma extraordinaria. No ha habido un planteamiento serio de cómo se reduce la situación de vulnerabilidad., Pensemos, por ejemplo, en cómo algunos estados de EEUU a las familias sin recursos lo que se les da es un cheque para hacerse con paneles solares de tal modo que se reduzca objetivamente la demanda o que venga acompañado de procesos de rehabilitación energética en edificios que aminoren enormemente la situación térmica de un edificio mal aislado. La mayor parte de España y especialmente en las zonas de las periferias urbanas donde está habiendo más problemas de desempleo asociado al declive industrial requiere reducir la demanda, y ¿cómo reducir la demanda? pues cometiendo este tipo de medidas. Por lo tanto, son necesarias medidas de emergencia pero también medidas más de fondo. Y sí, yo creo que es necesario un debate serio.
¿Cree que es clave una nueva regulación de autoconsumo?
Yo creo que es clave una regulación de autoconsumo para eso y para otras muchas cosas. Creo que es una barbaridad que España se esté fijando o se esté planteando ser un hub del gas cuando solamente somos un punto por donde pasa, no quiero decir que crea que eso no es un elemento interesante, pero no somos en sí mismo productores de gas, cuando tenemos un potencial inmenso de autoabastecimiento energético en gran parte de nuestro territorio.
Me resulta sorprendente que no aprovechemos estrategias más serias y a medio y largo plazo. Creo que el fomento del autoconsumo es importante, creo que es importante hacerlo de una manera que nos permita aprender cuál es el modo de planificar, de gestionar un sistema eléctrico y una redes de transporte de electricidad que van a ser utilizadas de manera completamente diferente en los próximos años. Y cómo hacerlo, pues como lo están haciendo los franceses, como ellos dicen con terrenos de energía positiva. En ámbitos rurales, en comunidades, combinar situaciones de proximidad y eso evidentemente te genera otro tipo de demandas y detenciones en tu sistema de transporte de electricidad, pero eso no puede ser una excusa para no hacerlo, para impedirlo, y aquí hemos llegado a hacerlo sin sentido. Es otra de las discusiones que si a uno se lo cuentan desde fuera no se lo cree, oponerse a la directiva de eficiencia energética, no tiene ni pies ni cabeza, tenemos que resolver los problemas con una perspectiva medianamente inteligente y saber qué pasos tenemos que quedar.
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