Las megaplantas fotovoltaicas se han puesto de moda. China Minsheng New Energy está construyendo una de 2 GW en Ningxia, cuya primera fase de 380 MW ya está produciendo electricidad desde el pasado mes de junio. La estadounidense SolarReserve también planea una megaplanta termosolar de 2 GW en el desierto de Nevada. Ahora, el ministro de Recursos Naturales y Energía turco, Berat Albayrak, ha anunciado una decisión largamente esperada: la licitación el próximo mes de diciembre de una planta fotovoltaica de 1 GW de potencia en la región de Konya.
La planta será construida en un área de cerca de 2.000 hectáreas, producirá 1.700 millones de kilovatios hora de electricidad, cantidad suficiente para cubrir las necesidades eléctricas de 600.000 hogares. La oferta está vinculada a un desarrollador “que utilice tecnología doméstica, estudios de I + D y emplee un 80% de ingenieros nacionales”, de acuerdo con la información publicada por el diario turco Daily Sabah .
Si el proyecto se completa en un único lugar, tal y como se dicho, sería uno de los mayores proyectos fotovoltaicos a nivel mundial y, por supuesto, el más grande de Turquía por una diferencia considerable. Se espera que la capacidad fotovoltaica instalada acumulada de Turquía supere 1 GW en 2016 o principios de 2017.
El proyecto Karapinar, de 1 GW, se desarrollará bajo un contrato de compra de energía a un plazo de 15 años con el gobierno turco, y se espera que comience a alimentar la red eléctrica turca en 2018. El gobierno espera que el proyecto suponga una inversión de alrededor de 1.300 millones de dólares, y por él se han interesado compañías de Estados Unidos, China y Europa.
El tipo de ayuda para este gigavatio de capacidad aún no ha sido anunciado. En la actualidad el FIT se sitúa en 0,133 dólares / kWh, lo que es atractivo debido a los niveles relativamente altos de radiación de la zona donde se va a instalar y la caída de precios de los módulos. Los derechos de licencia, que han sido prohibitivamente altos hasta la fecha, se espera que se suavicen para la licitación de Konya.
Si bien el proyecto será sin duda atractivo para los desarrolladores e inversores, el enganche con la producción nacional puede resultar problemático. Turquía sí posee un sector doméstico de fabricación de equipos fotovoltaicos, pero este se ha visto obstaculizado por los bajos niveles de utilización y la falta de competitividad con las importaciones chinas.
Que una cartera de 1 GW sea lo suficientemente atractiva para un fabricante para establecerse en Turquía está por verse, pero el país podría ser potencialmente un sitio atractivo desde el que se podrían hacer las exportaciones libres de aranceles a la UE y Estados Unidos.
El anuncio del proyecto de Konya ha sido muy esperado por la industria solar turca desde hace tiempo. Aunque no todo el mundo piensa igual.”El gobierno está tratando de dar la impresión de que hay muchos jugadores interesados, pero en realidad ese no es el caso”, dijo el presidente del Grupo Tekno, Atalay Coşkunoğlu. “Sólo hay unos pocos dispuestos a venir a invertir millones en una fábrica para producir módulos llave en mano. Que yo sepa, dos grandes grupos turcos, dos grupos chinos y uno coreano”.