Investigadores de la Universidad de Oviedo están desarrollando un prototipo de bicicleta de transmisión exclusivamente eléctrica que aporta numerosas ventajas sobre las
bicicletas eléctricas convencionales que se comercializan en la actualidad.
Este nuevo modelo de vehículo diseñado por la institución académica asturiana es más ligero, más barato y reduce además el esfuerzo del ciclista en entornos urbanos.
El proyecto es fruto de un trabajo comenzado hace ya dos años por varios profesores del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica, de Computadores y Sistemas y del Departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación de la Universidad de Oviedo.
Participan también investigadores de la Universidad de Nottingham y del Politécnico de Milán, en el Reino Unido e Italia, respectivamente.
Pablo García Fernández, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Computadoras y Sistemas, y Álvaro Noriega González, del Departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación, recuerdan que el uso de la bicicleta como solución de transporte urbano sostenido y saludable está cada vez más extendido y está siendo fomentado por ayuntamiento de diferentes ciudades de España y Europa, informa la Universidad.
La utilización de estos vehículos de dos ruedas conlleva, sin embargo, algunos inconvenientes para el propio usuario y para el resto de los medios de transporte que comparten las vías. Las bicicletas circulan más lentas que los coches, más aún en las cuestas, y plantean problemas de aceleración a la salida de los semáforos, si bien estos inconvenientes están siendo solucionados, aunque solo en parte, por las bicicletas de asistencia eléctrica al pedaleo.
Sin embargo, estos vehículos también plantean algunas dificultades técnicas, requieren de una recarga lenta de baterías, necesitan una red de suministro compleja y ofrecen un peso elevado y un coste económico alto.
El proyecto que desarrolla ahora la Universidad a través del Instituto Universitario de Tecnología Industrial de Asturias (IUTA) acaba con todos estos inconvenientes.
Así, el prototipo de transmisión es exclusivamente eléctrico, sin cadena, y sustituye las baterías por supercondensadores, con lo que las necesidades de almacenamiento de energía se reducen. La propuesta de los investigadores de la institución académica, según Pablo García Fernández y Álvaro Noriega González, ofrece múltiples ventajas sobre las bicicletas eléctricas convencionales, actualmente disponibles en el mercado.
Entre las ventajas destacan la reducción del peso en un 25%, del coste en un 30%, del mantenimiento mecánico al no requerir de transmisión mediante cadena, y del pedaleo asistido que permite reducir el esfuerzo del ciclista hasta un 25%. También rebaja el coste de los sistemas de recarga hasta un 50% y disminuye el tiempo máximo de carga hasta una duración total de un minuto.
Quedan pendientes las tareas de test del sistema de conversión de energía eléctrica así como su integración en la estructura de la bicicleta. Además, se realizará el test y la validación de la bicicleta en un entorno de laboratorio utilizando datos reales proporcionados por los usuarios de bicicletas urbanas. Posteriormente, se llevará a cabo también una prueba en un entorno real por múltiples ciclistas.
Los investigadores indican que colaboran en esta iniciativa el Ayuntamiento de Gijón, en el área de Movilidad Sostenible, y la empresa MMR Bikes, con sede en Avilés, dedicada al diseño, montaje, distribución y comercialización de bicicletas.