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Un milagro llamado Gamesa

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Pintaban muy mal las cosas para el fabricante de aerogeneradores Gamesa hace un par de años. La eólica estaba hecha trizas. España había parado de instalar parques eólicos, y la compañía de origen vasco no sabía cómo hincarle el diente a la crisis.

Desde que tocara el cielo allá por 2008 con unas cifras inmejorables, y la cotización en los 36 euros, la caída fue tremenda. Ya se sabe que cuanto más subes, más dura es la caída. Así fue. El valor de los títulos de Gamesa se desplomaron en 2012 hasta 1 euro. Sí como lo leen. Se había convertido en un chicharro. No tardó mucho en salir del Ibex 35.

Una empresa tan grande, con tanta innovación, con tanto porvenir se había venido abajo hasta límites insospechados. Su presidente por entonces, Jorge Calvet, perdió el rumbo de la compañía. Estaban las fábricas paradas. La crisis. Algunos decían que se había construido un gigante de arena, que en cuanto vinieran mal dadas se vería la dimensión de la compañía.

Reestructuración

El caso es que Iberdrola, mayor accionista del fabricante de aerogeneradores con un 20% del capital, decidió coger el toro por los cuernos y afrontar el problema. ¿Cómo? Cambió al patrón del barco y reestructuró la compañía en todo el mundo, aunque principalmente en España, sobre todo a las pequeñas empresas subsidiarias.

Hizo un ERE que retumbó en todo el sector. Más de 800 empleados a la calle. Cerró varias fábricas en España y decidió empezar de cero. Borrón y cuenta nueva. El nuevo presidente, que sigue estando al frente de la compañía, Ignacio Martín, hizo una reestructuración, un ajuste en las cuentas que no tenía precedentes en el sector eólico.

Había que reducir los costes, ser más eficientes. Tocó todas las áreas del grupo y aunque ha costado un par de años por el desierto, Gamesa ha vuelto por sus fueros.

Mejora de las cuentas

Ha dado la vuelta a todos los parámetros financieros del grupo. Crecen a toda máquina y las previsiones no pueden ser mejores. Alcanzó un beneficio neto de 42 millones de euros en el primer semestre del año, casi el doble (un 87,9 % más) que en el mismo periodo de 2013, animada por el buen comportamiento de las ventas.

Gamesa facturó 1.262 millones de euros en la primera mitad del año, un 13,1 % más y el resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en 158 millones de euros, un 10 % más.

En el segundo trimestre del año, Gamesa ha sumado 801 magavatios (MW) en nuevos pedidos, con lo que su cartera alcanzaba al cierre de junio 1.913 MW, un 24 % más que un año antes.

Aerogenerador de la compañía. FOTO: Gamesa

Las plantas internacionales (China, India, EEUU, Brasil) trabajan a destajo. Los pedidos van en aumento. Entra en nuevos mercados y además con mucha fuerza. Aunque en España se echó el candado a varios centros, y ahora hay uno en pleno ERE temporal, Gamesa ha conseguido mantener en España toda la producción para Europa.

La deslocalización no se ha producido, cuando todo indicaba que la producción en España tenía un mal final. Es cierto que se ha reestructurado la compañía y se echó a la calle a mucha gente, pero los resultados que está obteniendo la compañía es porque decidió cortar la sangría de lleno.

A veces, las duras decisiones, las que dejan sin trabajo a muchos empleados, son erróneas, pero a veces también son un acierto. ¿Si no se hubiera hecho esa reestructuración estaríamos hablando ahora de los números actuales de Gamesa? Difícil respuesta.

Imparable en bolsa

Pero los números hablan por sí solos. Además de casi duplicar el beneficio en el primer semestre, Gamesa lleva un rally alcista en bolsa imparable desde que tocara fondo en el euro por acción a principios de 2012. Ahora cotiza por encima de los 9,3 euros. Es decir, se ha multiplicado por nueve su valor en bolsa, sobre todo en lo que va de año. Y también gracias a su nueva inclusión en el Ibex 35.

Y lo mejor es que los analistas no le ven peligro alguno. Al revés, algunos colocan el precio objetivo por encima de los 13 euros, algo que podría ser exagerado sobre todo cuando se ha crecido tanto en tan poco tiempo. Eso sí, quedan lejos los 36 euros de máximo histórico que marcó en 2008.

A por la eólica 'offshore'

Y el futuro de Gamesa, ¿dónde está? La compañía lo tiene claro, el futuro está en la eólica offshore o eólica marina. La ya denominada segunda generación de la eólica está interrumpiendo a pasos de gigante en algunos mercados como el norte de Europa.

El fabricante español no ha tardado en darse cuenta y ya trabaja en varios modelos. Pero lo que de verdad le dará un punch frente al resto de competidores es su alianza estratégica con la francesa Areva. Esta_ joint venture_ colocará a Gamesa en uno de los principales proveedores de eólica offshore en el mundo. Y al igual que hizo con la terrestre, Gamesa podría volver en poco tiempo a producir como lo hacía antes de la crisis. Incluso crear empleo.

¿Es o no un milagro? El caso es que Gamesa ha regresado y con mucha fuerza.

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