Lo que le faltaba a la termosolar. Una fuga de aceite de la planta Termosol 1 en la localidad pacense de Navalvillar de Pela ha obligado a que varios pueblos de la zona se mantuviesen encerrados en sus casas durante varias horas.
En concreto, el incidente produjo una fuga de entre 1.000 y 1.500 litros de HTF, una mezcla de dos hidrocarburos.
Fuentes del Centro de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura han asegurado a Efe que el escape, que se ha producido sobre las ocho de la tarde del pasado viernes, fue controlado y que no hubo en ningún momento riesgo de explosión.
En Vegas Altas, una pedanía de Navalvillar, se decidió mantener en cuarentena a la gente en sus casas con puertas y ventanas cerradas. Pero donde más se alertó a la gente fue en la localidad cacereña de Madrigalejo.
Allí el alcalde, a través de las redes sociales, invitó a sus conciudadanos a que se quedasen en sus casas al haberse producido una “pequeña fuga” y que por ello se percibía “un tufo raro” en la zona.
La policía local también recorrió las calles de la localidad para pedir a sus ciudadanos que se mantuviesen en sus casas.
Al final, pasaron las dos horas y sobre las 10 de la noche ya pudieron volver a ventilar sus hogares y salir a la calle.
La planta es propiedad de la compañía norteamericana NextEra y fue construida por la española Sener, una de las principales compañías de ingeniería de tecnología termosolar.
El complejo Termosol consta de dos plantas de 50 MW cada una. Genera electricidad a partir de la radiación solar, mediante el calentamiento de un fluido térmico (aceite térmico o HTF) hasta unos 390ºC, que, a su vez, calienta agua, generando vapor, siendo éste el que mueve una turbina conectada a un generador eléctrico. Este mismo aceite se emplea también para calentar un tanque de sales fundidas a alta temperatura (390ºC), de forma que en momentos sin luz solar, éstas sales cedan calor al aceite térmico, y pueda continuarse generando electricidad.