Europa. La Vieja Europa quiere dejar atrás su política basada en subvenciones para todo en el sector energético. O por lo menos, quiere hacerlo. Otra cosa es que lo consiga. La Unión Europea se gasta al año 120.000 millones en subvenciones. Se dice pronto. Ayudas al carbón, a las renovables, a la nueva nuclear, a la vieja.
Cualquier proyecto que se presentaba ante Europa recibía ayudas, ya sean directas, a fondo perdido, o a través de instituciones como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o de fondos europeos como FEDER o EEPR (European Energy Program for Recovery).
Pero esta política se ha acabado. Ya no vale todo. Europa continuará subvencionando a proyectos europeos, siempre y cuando sean eficientes y necesiten un apoyo financiero para hacer rentable al mismo. Pero ya no será lo mismo. “Se están revisando todos los planes de ayudas”, ha asegurado este viernes el comisario de Acción contra el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, en la presentación de un estudio sobre energía del Círculo de Empresarios en Madrid.
El comisario europeo ha abogado por ayudar a los proyectos que, por su alta innovación tecnológica, necesitan subvenciones para hacerlos rentables. Es el caso de algunos proyectos de interconexiones que serán financiados por el Plan Juncker y necesitarán de ayudas europeas para salir adelante. Pero serán los menos.
No es que se vaya a hacer una auditoría de costes de todo el sector energético, pero sí quiere Bruselas trabajar en pos de una Unión de la Energía que sea más sostenible tanto económicamente hablando como medioambientalmente.
Pero la Comisión no es la única que apoya esta medida. Las empresas también abogan por ello. El Círculo de Empresarios, todas las grandes empresas del sector energético, quieren acabar también con la barra libre de subvenciones. “Hay que identificar todo tipo de subsidios e incentivos existentes y limitar su impacto al mínimo posible, en especial aquellos que distorsionen los mercados”, asegura el Círculo de Empresarios en el documento Hacia una energía competitiva, sostenible y garantizada.
Las empresas creen que si por motivos sociales, industriales, empresariales o medioambientales se conceden subsidios, debería hacerse “de forma transparente y con la idea de minimizar su tamaño, su duración y su impacto sobre los mercados”, y asignarse, en todos los supuestos, “previo procedimiento competitivo”.
Más transparencia
De esta manera, la transparencia respecto a los costes de suministro, impuestos, cargas y exenciones se considera como “la mejor forma de promover la competencia leal, la innovación y la competitividad sostenible en mercados globales”.
Pero también se quiere acabar con las cargas regulatorias en los mercados de la electricidad y el gas para que las tarifas sean más acordes y competitivas. El hecho de que el precio de la electricidad sea un 30% más caro que en EEUU y que en el caso del gas se duplique o triplique respecto al mercado norteamericano deja en mal lugar la competitividad del Viejo Continente. Por eso, Bruselas aboga por hacer más transparente al mercado energético.
Las empresas, en este aspecto, aseguran que al mismo tiempo quereducir las ayudas “se debería pensar en una reducción o eliminación de cargas e impuestos para todos los consumidores y agentes o en que algunas de esas cargas pasen a los Presupuestos Generales” en el caso de España. Es decir, quitar de la tarifa todo lo que no tenga que ver con el negocio de la electricidad, por ejemplo.
3 comentarios
Este corrupto podría haber empezado por las subvenciones encubiertas a la energía sucia en su propio país. Sería para partirse el pecho de la risa, si no fuera porque es verdad, que un tipo que tenía hasta hace tres días un canchal de acciones de compañías petrolíferas, (http://vozpopuli.com/actualidad/50036-los-bienes-ocultos-de-canete-declara-en-bruselas-636-500-euros-en-acciones-bancarias-y-petroleras) haya llegado a ser Comisario de Energía, y encima Comisario de Cambio Climático.
Se mean en los ciudadanos y encima dicen que llueve.
Que empiece dejando via libre al autoconsumo, q no necesita ayuda de nadie para funcionar.