El pasado 28 de mayo el Ministerio de Industria, Energía y Turismo envió a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la orden por la que se regula el nuevo mecanismo de ayuda al carbón. Un mecanismo que funciona como un pago por capacidad para una serie de centrales térmicas que queman carbón nacional que para poder recibir las ayudas tienen que realizar una serie de mejoras medioambientales en las plantas y obligadas a quemar unas cuantías determinadas de carbón.
Para empezar, el Gobierno esquiva la palabra carbón en el título de la orden. La denomina de la siguiente manera: Orden por la que se regula el mecanismo de capacidad para la mejora medioambiental en determinadas instalaciones de producción eléctrica.
Según la orden, las empresas titulares de las centrales térmicas que queman carbón autóctono, es decir, las grandes eléctricas, percibirán un total de 90.000 euros por megavatio de potencia neta instalada en sus plantas que definitivamente realicen las inversiones necesarias para mejorar medioambientalmente sus emisiones de nitrógeno.
Según los cálculos del Gobierno, como mucho podrán acogerse a esta medida centrales cuya potencia total es de 4.500 MW, por lo que el coste máximo de la medida será de 405 millones de euros, que irán a parar al sistema eléctrico y que en buena parte lo pagarán los consumidores eléctricos españoles.
La orden no obliga a las empresas eléctricas a realizar las inversiones sino que será decisión de la compañía el realizarlas. Lo que sí deja claro la orden es que las propietarias de las centrales térmicas tendrán que adelantar el dinero por delante, hacer las inversiones y luego ir recibiendo los pagos por capacidad durante los dos próximos años tras conseguir la autorización del Ministerio.
La orden también obliga a las eléctricas que se acojan a los pagos por capacidad a quemar una cuantía fija de carbón. Este año no se trata de una cifra fija medida en toneladas de carbón, sino que desde este año 2015 hasta el 31 de diciembre de 2018 tienen que comprar carbón autóctono suficiente para generar seis millones de termias PCS/MW anuales.
En palabras del ministro Soria, esta cantidad será suficiente para comprar seis millones de toneladas. En boca del sindicato Fitag UGT, esta cantidad sería de 5,6 millones de toneladas en el mejor de los casos, es decir, con las nueve centrales (11 grupos, 7 de hulla y antracita, y 4 de lignito) produciendo a destajo.
Estas 5,6 millones de toneladas se quedan lejos de las 6,7 millones de toneladas que prometieron en el Marco de Actuación para la Minería del Carbón y las Comarcas Mineras para el periodo 2013-2018.
No explica el borrador ni a que empresas hay que comprar el carbón ni las cuantías de compra a cada empresa minera. De esta manera, las empresas eléctricas podrán pujar al mejor postor. La CNMC tendrá que estar atenta a los contratos de venta por si se desarrolla alguna práctica anticompetitiva. Lo que se garantiza es que el precio sea más barato para las compañías.
La orden también dice que las eléctricas tendrán que acompañar sus inversiones con los contratos de abastecimiento con las empresas mineras, haciendo una previsión anual del carbón que necesitarán para el año.
En cuanto a las empresas, Endesa es la que posee las dos centrales más grandes, con casi la mitad de la potencia instalada en dos centrales (Compostilla y Andorra). Después le seguiría Gas Natural Fenosa que es propietaria de al menos tres centrales. También están Iberdrola, HC y Elcogas-.
En definitiva, la industria del carbón se queda en manos de las compañías eléctricas. Ellas tienen en su mano decidir si seguir con las centrales o cerrarlas para siempre.
Ahora todos los afectados, prácticamente todos los agentes del mercado tienen que presentar sus alegaciones ante la CNMC. El regulador hará su informe en las próximas semanas. Cuando el Gobierno reciba dicho informe será cuando envíe el borrador definitivo a la Comisión Europea, muy poco dada a seguir subvencionando el carbón.
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Se pusieron a pensar que pasa si tomamos energía de los vientos para transformarla en calor?
Le quitamos su energía que esta dada por su velocidad inicial que al quitársela se reduce lo que ventila menos las áreas y por lo tanto suben o bajan mucho las temperaturas al reducirse la conveccion