Global Energy Ventures ha revelado nuevos diseños para el H2 Ship, un barco de hidrógeno comprimido capaz de transportar 2.000 toneladas de hidrógeno desde los centros de hidrógeno verde en el norte de Australia a los mercados asiáticos. La compañía parece centrarse en el hidrógeno verde producido por fuentes de energía renovables como la solar.
“GEV ve a Australia como líder mundial en el establecimiento de una industria y una estrategia nacional de hidrógeno con importantes programas de financiación”, dijo Maurice Brand, CEO de GEV. “Australia también ha establecido futuros acuerdos de exportación de hidrógeno con clientes regionales en Japón, Corea, Singapur y, más recientemente, Alemania”.
Aún no se ha establecido una fecha de lanzamiento para el barco, aunque los detalles de ingeniería se presentarán en la Oficina de Transporte Marítimo de Estados Unidos (ABS) para su aprobación a principios de 2021.
El sistema de contención incluirá hidrógeno a temperatura ambiente a una presión objetivo de 250 bares. La compañía australiana dijo que evaluaría barcos de menor capacidad con fines de demostración basándose en proyectos piloto de exportación específicos.
GEV planea enfocarse en proyectos de exportación de hidrógeno de Australia, con varios proyectos avanzando a través de fases piloto y ahora buscando mercados de exportación ante el aumento del interés entre los gobiernos globales y las empresas de energía como pilar para la descarbonización de las industrias de altas emisiones.
Australia tiene como objetivo aprovechar el potencial de este cambio convirtiéndose en un actor importante en la industria del hidrógeno para 2030 de acuerdo con su Estrategia Nacional de Hidrógeno.
GEV ha comenzado el proceso de identificación de una lista corta de proyectos adecuados que ya se encuentran en la etapa piloto de producción de hidrógeno y tiene una estrategia para exportar hidrógeno desde el noroeste de Australia a la región de Asia Pacífico.
2 comentarios
Ya hay países que están pensando en exportar hidrógeno verde, pero no dicen a qué precio lo van a vender, o tienen intención de comprarselo otros países, que sería lo primero para hacer una planificación de inversiones real.
A esto se le llama vender la piel antes de cazar el oso.
Ya dan por hecho que van a vender el hidrógeno que generen.